Asimismo, los usuarios tendrán la posibilidad de cambiar de operador de telefonía fija o móvil en un solo día sin variar de número de teléfono.
La UE exige además incluir información clara sobre los servicios a los que se haya abonado el cliente. En concreto, los usuarios de Internet recibirán información sobre las técnicas de gestión del tráfico y su efecto en la calidad del servicio, así como sobre otras limitaciones como la anchura de banda, la velocidad de conexión disponible o el bloqueo del acceso a determinados servicios como el protocolo de transmisión de voz por Internet.
Los contratos deberán informar además de las indemnizaciones y reembolsos si no se alcanzan esos niveles mínimos.
Asimismo, la UE promueve con la nueva normativa una mayor seguridad y privacidad, tanto en datos personales como en correo no deseado (spam), así como mejor información y requisitos de consentimiento para guardar información o acceder a la misma en los aparatos de los usuarios, tales como los 'cookies' no relacionados con el servicio al que se haya accedido.
Por otro lado, las autoridades reguladoras nacionales --la CMT en España-- podrán imponer al operador con poder significativo en el mercado --Telefónica en el caso de la red fija en España-- la obligación de realizar una separación funcional entre su red y los servicios minoristas que presta, con el fin de facilitar el acceso al mercado de otras compañías.
El Gobierno español aprobó el pasado 13 de mayo en consejo de ministros la nueva Ley General de Telecomunicaciones que incorpora al ordenamiento jurídico interno las Directivas europeas de Mejor Regulación y de Derechos de los Ciudadanos y que incluye la obligación de realizar la portabilidad en un día además de mejorar la protección de datos de los usuarios.
RSO