Seguro que en casa tienes cortinas o estores en prácticamente todas las habitaciones y seguro que les das uso al menos un par de veces al día. Al fin y al cabo, estos elementos no solo cumplen una función decorativa, sino que también sirven para aumentar la intimidad y controlar la cantidad de luz solar que entra en nuestro hogar, algo bastante útil en estos calurosos meses de verano en los que el sol parece apretar con especial fuerza.

A pesar del uso recurrente que hacemos de las cortinas y los estores, estos elementos muchas veces acaban pasando desapercibidos en nuestra rutina de limpieza, ya sea porque no nos damos cuenta o porque no tenemos muy claro cómo debemos lavarlos. 

Si queremos que nuestra casa luzca realmente limpia y que nuestras cortinas y estores tengan una larga vida útil, sin embargo, es necesario que les dediquemos el tiempo que se merecen, sobre todo si tenemos con mascotas, convivimos con personas fumadoras o, simplemente, vivimos en zonas con un alto nivel de contaminación. Y es que con el paso del tiempo las cortinas y estores pueden acumular grandes cantidades de polvo, manchas y malos olores que es preferible evitar si queremos disfrutar de una vivienda pulcra. 

Para evitar que la suciedad se acumule en nuestras cortinas y estores, es recomendable que los limpiemos al menos una vez cada seis meses, aproximadamente. En el caso de la cocina, no obstante, lo ideal sería que los lavemos como mínimo una vez al mes, ya que en esta zona de la casa se suelen acumular más olores. 

A la hora de acometer esta limpieza, lo más cómodo y sencillo suele ser que las lavemos directamente en la lavadora, aunque eso implique tener que desmontarlas de su soporte. No obstante, hay algunos modelos, como los estores o las cortinas venecianas o verticales, en los que resulta más efectivo lavar directamente a mano, dadas las complicaciones a las que tendríamos que enfrentarnos para volver a colocarlos en su soporte. 

En el caso de los estores, uno de los modelos en los que es preferible apostar por un método de lavado a mano, lo primero que debemos hacer para acometer su limpieza es abrirlos por completo. Una vez lo hayamos hecho, deberemos coger una aspiradora y pasarla por su superficie a baja potencia para eliminar la mayor cantidad de polvo posible. 

Cuando hayamos terminado con la aspiradora, recogeremos el estor y, poco a poco, lo iremos retirando para limpiarlo con un paño húmedo. Este proceso deberemos repetirlo por ambos lados. Al acabar, dejaremos el estor completamente abierto y esperaremos a que se seque antes de recogerlo.

En el caso de las cortinas verticales o las cortinas venecianas, el proceso es bastante semejante. Lo primero que haremos será abrirlas por completo. Hecho esto, cogeremos de nuevo la aspiradora y la pasaremos por su superficie a baja potencia para eliminar el polvo acumulado. Cuando acabemos con un lado, repetiremos el proceso por el opuesto. Tras esto, cogeremos un paño húmedo con jabón y lo pasaremos por ambas caras de la cortina para hacer una limpieza más profunda. Al terminar, las dejaremos abiertas para que sequen.

Tanto en el caso de los estores como de las cortinas verticales, con este sencillo método podemos eliminar el polvo y la suciedad acumulada para que luzcan tan relucientes como en el primer día. Y lo mejor: sin encender la lavadora o invertir ni un solo euro en la tintorería. No obstante, si tienes cortinas de lino o algodón, lo más recomendable es que las metas directamente en la lavadora, aunque, eso sí, con un programa adecuado, corto y frío. De lo contrario, podrías estropearlas.