El Ayuntamiento de Barcelona precinta las obras de un “piso-colmena” por considerarlos “infraviviendas”
Abrimos la puerta de lo que podría ser el futuro de la vivienda, podría ser nuestro minúsculo piso, con espacio escaso para la cama, de poco más de un metro de altura, una mesita y una o dos baldas. Los hay más pequeñas aun. Esto para dormir, nuestro único lugar de intimidad, un ciudadano con el que hemos hablado se pregunta, “en tres metros cuadrados, ¿dónde guarda la ropa?”, pues en las zonas comunes, donde está todo lo demás, los armarios, escritorio, los baños, la cocina o el salón. Los iban a instalar bajo pisos normales, en un local de comercio convertido en pisos-colmena. Pero el Ayuntamiento, a través de la responsable del Área Urbanismo Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz, ya dejó claro hace unas semanas, que este modelo de vivienda, en Barcelona, no, “y por tanto hemos parado las obras, pero evidentemente estaremos muy atentos para que esto no se desarrolle”. Y eso no ha gustado a la empresa, que ahora va a denunciar al consistorio y a querellarse contra la alcaldesa Ada Colau, “solo es para la gente que no llega a fin de mes, que tiene que ahorrar un poco, y se queda aquí 6 meses, o un año, en nuestro proyecto, y después vuele a su vida normal”, nos comenta Marco Olivé, Gerente Empresa Casas-Colmena.
La última palabra, la tendrá el juez.