Con la subida del precio de la energía, suben también los precios del transporte y los de las materias primas, que se están disparando. Y todo esto repercute en los alimentos que están subiendo sin freno en las últimas semanas.
Los consumidores tienen que hacer cada vez más esfuerzos para llenar el carro de la compra. Comprar un kilo de pollo, cuesta hoy un euro más que hace dos semanas. Tres euros han subido productos más caros como el solomillo, el cordero o el entrecot, que ahora se venden aún menos.
Y así en casi todos los puestos. Al alza los precios de los productos que más se consumen diariamente en las casas de España. La subida de la luz, de las materias primas y el transporte, han provocado una tormenta perfecta que deja estos chaparrones.