Palma prohíbe los pisos turísticos. Una decisión que no todo el mundo comparte. Para los pequeños comerciantes los pisos turísticos son una bocanada de aire fresco. El sector calcula que la prohibición conllevará unas pérdidas de medio millón de euros diarios. Críticos también con la medida son desde la Asociación de apartamentos turísticos de Baleares. Aseguran que para la mayoría de los arrendatarios es un dinero extra con el que muchos han sorteado la crisis. 11.000 apartamentos tendrán que cerrar en julio. Han ganado los vecinos de Palma para quienes los alquileres turísticos, además de envenenar la convivencia, han provocado una burbuja en los precios que les impide comprar o alquilar una vivienda.