El banco de Caja Madrid saldrá a Bolsa y cumplirá las exigencias de solvencia

AGENCIA EFE 31/01/2011 10:52

Teniendo en cuenta que el objetivo del banco es cumplir con las nuevas exigencias y cerrar al Estado la posibilidad de que entre en su capital, el salto al parqué se daría antes de que acabe el verano, si bien podría adelantarse porque la entidad empezará desde ya con los trámites.

La experiencia de operaciones anteriores demuestra que los preparativos de un debut bursátil no suelen alargarse más de diez semanas, aunque en rueda de prensa, el presidente del banco, Rodrigo Rato aseguró hoy que "no hay un calendario establecido".

Cifró el patrimonio neto contable del banco en 10.240 millones y los resultados de 2010 en 440 millones, pero no hizo mención al porcentaje que está previsto colocar en el mercado. En este tipo de operaciones suele ser de entre un 20 y un 25 por ciento.

En lo que sí insistió Rato es que la entidad saldrá reforzada de la actual reordenación del sector y la entrada de capital privado servirá de sobra para cumplir los nuevos requisitos de solvencia, a pesar de que a cierre de 2010 el nivel de capital básico y reservas respecto a los activos ponderados por riesgo ("core capital") era del 7,04 por ciento.

Para llegar al mínimo del 8 por ciento que exigirá el Ejecutivo a las entidades cotizadas, el hasta ahora denominado Banco Financiero y de Ahorros -a la espera de su marca comercial- "sólo" necesitará aproximadamente unos 2.000 millones, según expertos consultados por Efe, lo que podría conseguir holgadamente con su salida a Bolsa.

Para hacer la operación más atractiva y cumpliendo con el objetivo del grupo de "sanear" su balance, la entidad destinó 9.200 millones de euros brutos para anticipar posibles pérdidas futuras y encarar una morosidad del 6,34 % a cierre de 2010.

De esa cantidad, Rato explicó que 5.900 millones irán destinados a sanear créditos, cubiertos en un 61%; 1.800 millones, para encarar deterioros de la cartera de inmuebles del banco, con un saldo de adjudicados de 7.402 millones cubiertos en un 33 %; y los 1.500 millones restantes, para ajustar el precio de la cartera de valores.

En términos netos, los saneamientos ascienden a 6.440 millones, de ellos 4.465 millones del préstamo público recibido del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y los casi 2.000 millones restantes sacados de fondos propios del grupo.

Entre otros atractivos del balance del banco, Rato mencionó que ya se han cargado contra resultados los 1.450 millones que costará la reestructuración del grupo, que incluye el cierre de cerca de 600 oficinas y la reducción de más de 3.800 empleos, principalmente vía prejubilaciones.

Pero además, Rato destacó un colchón de genéricas de 1.578 millones, que eleva las provisiones totales de la entidad a 12.194 millones, y una cobertura total (con provisiones y garantías) del riesgo de impago en el sector de la construcción y promoción inmobiliario.

La exposición del banco en dicho sector se cifra en 41.280 millones, con un 18 por ciento de morosidad, una proporción no muy alejada de otras entidades, lo que a juicio de Rato demuestra que los bancos no han hecho una gestión mucho mejor de los riesgos que las cajas.

Quizá por eso, rechazó que a estas últimas entidades el Gobierno pretenda fijarles unos mayores requisitos de capital que a los bancos.

En su intervención, también aprovechó para descartar aspiraciones políticas al decir que es "muy intenso" su compromiso con el grupo que preside, que además de Caja Madrid y Bancaja, incluye a las cajas Insular de Canarias, Laietana, Ávila, Segovia y Rioja.

Respecto a Caja Madrid, la entidad cerró 2010 con una morosidad del 5,4 por ciento, en línea con un año antes, al igual que su beneficio neto, que ascendió a 256 millones, el 3,7 por ciento menos, tras dotar 1.282 millones.