Bruselas empieza a ver las orejas del lobo de una potencial crisis energética. La Comisión Europea no da una respuesta inmediata a las peticiones de varios gobiernos, entre ellos el español, pero sí contó este miércoles a los ministros de Energía y Clima que la próxima semana presentará medidas que se puedan tomar sin violar la normativa comunitaria. Esas medidas, cuentan fuentes comunitarias, estarán sobre la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre del próximo 20 y 21 de octubre.
La Comisión pretende que sirvan al menos para proteger a los hogares más pobres de la subida de las facturas de la luz y el gas, para revisar a la baja algunos impuestos y para que los gobiernos tengan permiso para apoyar a las empresas con ayudas de Estado. Europa nunca había pagado tanto por el gas y el aumento de la demanda coincide con una limitación de los suministros ya no sólo desde Rusia sino también desde Noruega.
Los gobiernos español y francés son los que más se están moviendo en los últimos días. Las primeras respuestas de la Comisión Europea fueron para pedir que no se tomaran medidas a lo loco y prometer ideas para ayudar a controlar los precios. Las subidas de los últimos días hicieron que Italia y varios países del este de Europa se unieran a la presión franco-española.
España quiere medidas potentes. La vicepresidenta del Gobierno para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, advirtió a la Comisión Europea que debe plantear ya medidas contundentes, que no sean “de mínimos”, un plan “audaz” para permitir una reacción europea conjunta.
A su llegada a Luxemburgo, Ribera dijo: “Sería una enorme pena y resolvería muy poco que la Comisión viniera con una propuesta de mínimos en la que básicamente sistematice lo que ha venido existiendo. Lo que existe lo conocemos ya, lo hemos aplicado y no basta”.
Según Moncloa, Ribera dijo a sus homólogos que “debe haber una respuesta conjunta europea que nos permita conciliar la protección de los consumidores domésticos, de los consumidores industriales y el interés legítimo de las empresas energéticas y de los inversores, que son pieza clave en este proceso de descarbonización”.
Los gobiernos están divididos.
El vicepresidente de la Comisión Europea y máximo responsable comunitario contra la crisis climática, Frans Timmermans, adelantó las propuestas a los ministros. Considera que “el mercado de carbono no es la fuente de la subida de los precios de la energía” y que “el problema está en otro sitio, en las condiciones de mercado”. Algunos gobiernos, sobre todo en Europa del Este, apuntan a las políticas contra la crisis climática como culpables de la subida de los precios. El húngaro lo hace directamente para culpar a la Comisión Europea.
Timmermans también dijo a los ministros que deben aumentar las fuentes de energía renovables y que sólo entre el 12% y el 15% del aumento de los precios en las últimas semanas se debe al mercado de emisiones de carbono.
El vicepresidente comunitario también dijo a los ministros que ese mercado de emisiones de carbono (lo que pagan principalmente las grandes empresas por contaminar) generó en lo que va de año una bolsa de 11.000 millones de euros que va directamente a los gobiernos y que pueden usarlo para compensar a hogares y empresas por las subidas de la luz, algo que ya está haciendo el Ejecutivo español.
La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, dijo ante el Parlamento Europeo que el “shock de precios no puede ser subestimado. Está haciendo daño a los ciudadanos y en particular a los hogares más vulnerables, debilitando la competitividad y añadiendo presión inflacionaria. Si no se pone bajo control pone en riesgo la recuperación”. Fuentes comunitarias explicaron que Simson estudia la propuesta hispano-francesa de crear una plataforma de compras conjuntas de gas.
Simson también considera que las políticas contra la crisis climática no son responsables del aumento de los precios: “La actual subida de los precios tiene poco que ver con las políticas climáticas y mucho que ver con nuestra dependencia de los combustibles fósiles importados y sus precios volátiles”. La comisaria entiende que la crisis se debe principalmente a tres factores: mayor demanda, menor oferta y menor producción de energía renovable en algunas regiones porque ha habido menos viento de lo habitual en esta época del año.
Bruselas estima que los gobiernos se enfrentan a una crisis temporal y busca medidas para ayudar a los ejecutivos pero también para que los ciudadanos no empiecen a culpar de los precios de la energía a las medidas contra la crisis climática. La Comisión también sopesa revisar el funcionamiento del mercado del gas y las normas que regulan los depósitos de gas y la seguridad del aprovisionamiento .
Bruselas entiende que los precios seguirán subiendo a la par que vaya aumentando el consumo durante los meses de invierno, cuando aumenta el consumo energético. Las reservas estratégicas de gas europeas están al 75%, el nivel más bajo en 10 años por esta época, cuando suelen estar por encima del 90%. La Comisión estima que es suficiente para superar el invierno.
El precio medio diario de la electricidad se disparó este miércoles hasta los 288 euros por megavatio hora (MWh). Es su récord histórico y supone una subida de 60 euros (26%) en un solo día. Los datos del operador del mercado eléctrico coinciden con una subida generalizada en Europa de todas las materias primas.
Las subidas medias del gas natural en Europa fueron este miércoles del orden del 25% y también siguió subiendo el precio del petróleo y del carbón, aumentando así el precio de los derechos de emisión de CO2. Todos los ingredientes en la sopa para que se siga disparando el precio de la luz.
El escenario es similar en toda Europa aunque en algunos países se repercute la subida mensualmente a los ciudadanos y en otros se aplaza hasta principios del próximo año –o hasta probablemente el final de la primavera, como en Francia, para que no afecte a las posibilidades electorales del presidente Emmanuel Macron en sus presidenciales de abril-. Eso hace que la presión sobre los gobiernos no sea la misma.