La Comisión Europea presentó este miércoles un paquete de recomendaciones para ayudar a los Estados miembro a relanzar el turismo tras la crisis del coronavirus y tratar de que sigan una estrategia coordinada en la salida gradual del confinamiento, que inician ahora y que Bruselas espera que lleve a una apertura también progresiva de las fronteras interiores este verano.
Se trata de completar la 'hoja de ruta' que ya ofreció a las capitales en el mes de abril para alentar un enfoque común en la vuelta a la normalidad tras la descoordinación inicial y que, con la prioridad de relanzar el turismo, se apoyará en protocolos sanitarios y de seguridad para los principales destinos turísticos y hoteles, en guías para los servicios de transporte y en una mejor coordinación.
Ya en las últimas semanas varios comisarios han confiado en que los europeos puedan empezar a viajar de nuevo "desde este verano", después del malestar creado en países como España cuando la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, planteó no hacer planes para esta temporada vacacional.
Con la llegada del coronavirus a Europa, una docena de países de la UE, entre ellos España, cerraron sus fronteras interiores para frenar los desplazamientos, una medida que Bruselas no vio con buenos ojos y que ahora es partidaria de relajar "gradualmente" en cuanto la situación epidemiológica lo permita.
La comisaria de Interior, Ylva Johansson, concedió esta semana ante la Eurocámara que "llevará tiempo" levantar todas las restricciones en las frontera dentro de Schengen porque requiere una labor "compleja", al tiempo que apostó por una apertura gradual, basada en criterios epidemiológicos y que cumpla el principio de "no discriminación".
De este modo, la estrategia por la que aboga Bruselas parte de un enfoque "flexible en tres fases", que parta de la relajación en las zonas donde los niveles del virus son más bajos y "equiparables" y capaces de ofrecer "información en tiempo real" de su situación epidemiológica, según un borrador de la comunicación a la que ha tenido acceso Europa Press.
Otros criterios como la capacidad de los servicios sanitarios para atender nuevos casos, la capacidad para vigilar y controlar un eventual repunte y las medidas de protección como barrera deberán pesar igualmente, a juicio de la Comisión, que no tiene competencias en materia sanitaria ni en la gestión de fronteras porque son exclusivas de los Estados miembro.
Asímismo, la CE eximie a las aerolíneas de dejar asientos libres en los aviones. Reconocen que hay sitios donde es difícil guardar las distancias de precaución y por ello no exige expresamente que dejen asientos libres para que haya al menos 1,5 metros de distancia entre cada persona.
En su comunicación, el Ejecutivo comunitario advierte de que la coordinación entre países y un enfoque común en materia sanitaria será "crucial" para restaurar la confianza de los turistas y que los europeos vuelvan a tener ganas de viajar y pasar tiempo de vacaciones "este verano y más allá".
También se espera del Ejecutivo comunitario que tome una posición más clara con respecto a los derechos de los pasajeros y a las opciones de las aerolíneas de ofrecer cupones de viaje para compensar los vuelos anulados durante esta crisis.
Doce países y numerosas aerolíneas han pedido relajar temporalmente las reglas que protegen a los consumidores y les dan el derecho a rechazar estos vales y reclamar el reembolso, aunque Bruselas ha respondido hasta ahora que esa opción solo puede ser voluntaria y que le corresponde a las compañías hacerlos "más atractivos" para los usuarios.
La industria del turismo contribuye en un 10% al PIB de la Unión Europea, región en la que es fuente de empleo para cerca de 27 millones de personas, según los datos de Bruselas, que recalca que la UE es el destino líder a nivel mundial.
La facturación del sector en la Unión Europea caerá este año un 50% por el coronavirus, según cálculos de la Comisión, que prevé un daño de hasta el 70% en el caso de turoperadores y agencias de viaje y de un 80% para aerolíneas y cruceros.
El presidente de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), Miguel Garrido, ha expresado su esperanza de que el Gobierno rectifique la decisión "ridícula" de someter a cuarentena a los turistas extranjeros, adoptada -ha dicho- sin consultar al sector y sin ser mejor meditada.
En una entrevista esta mañana con Onda Cero radio, Garrido ha dicho con respecto a esta medida que lo más acertado sería hacer "pruebas masivas" de diagnóstico del coronavirus a los viajeros procedentes del extranjero.
En su opinión, la medida anunciada de mantener en cuarentena a los turistas "no tiene ningún sentido" y, además, "agravaría la ruina" que ya afecta a la actividad económica.
El Gobierno central anunció el martes que desde el viernes próximo, día 15, hasta el final del estado de alarma, los viajeros procedentes del extranjero deberán permanecer en su domicilio o alojamiento durante 14 días y limitar sus desplazamientos únicamente para adquirir alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad o asistir a centros sanitarios.
También, con respecto a la prohibición de anunciar rebajas, Garrido ha dicho que es "un atentado grave contra la libertad empresarial" y ha recordado que el empresario es quien arriesga su patrimonio y toma las decisiones legítimas destinadas a conseguir que su negocio vaya adelante.
Y ha estimado que si la Comunidad de Madrid no pasara el próximo lunes, día 18, a la fase 1 sería una "mala noticia" que supondría "un coste importantísimo" para la actividad económica, pues "continuaría la sangría".
Con respecto a la posibilidad de futuros expedientes de regulación de empleo (ERE) y despidos procedentes por criterios objetivos, Garrido ha dicho que las empresas deben poder contar con "herramientas flexibles que les permitan recuperarse poco a poco y así recuperar el empleo".
Con la mayoría de países europeos iniciando la desescalada, la principal propuesta de la Comisión Europea es crear unos corredores aéreos dentro de Europa, entre países con un bajo riesgo de contagio del coronavirus.
España, Alemania, Francia e Italia ya se están coordinando para que cuando acabe el estado de alarma se reactiven los vuelos entre países. El turismo supone el 10% del PIB en Europa, y para reactivarlo también es fundamental concretar los protocolos para garantizar la seguridad en los vuelos de la nueva normalidad.
El número de viajeros que optó por viajar en avión para desplazarse por el interior del país se hundió un 59,8% en marzo respecto al mismo mes del año anterior, tras decretarse el estado de alarma por la crisis sanitaria, mientras que los que eligieron los trenes AVE se desplomaron un 57,2%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este miércoles.
En concreto, 1,37 millones de usuarios utilizaron el transporte aéreo en el tercer mes del año, cifra superior a los que escogieron el tren de Larga Distancia para sus desplazamientos, con 1,24 millones. Dentro de este segmento, los viajeros que utilizaron el AVE sumaron 816.000 usuarios.
El transporte ferroviario fue utilizado por más de 27,1 millones de viajeros, un 54,1% menos que en marzo de 2019, de los cuales 24,5 millones correspondieron a usuarios de Cercanías (-54,3%); 1,4 millones a Media Distancia (-49,4%), y otros 1,24 millones a Larga Distancia (-56,7%).
Por su parte, el transporte por autobús fue utilizado por casi 31 millones de viajeros en marzo, cifra un 50,4% inferior a la del mismo mes del año pasado, mientras que el transporte marítimo se desplomó un 54,1%, hasta los 349.000 usuarios.