Bon Preu, el independentismo rentable

  • La cadena de supermercados catalana duplica sus ventas desde el inicio del 'procés'

No se trata de una pose, pues su actual presidente y director general, Joan Font i Fabregó, es un militante convencido de la causa independentista. La cadena de supermercados Bon Preu, segundo grupo por facturación en el mercado catalán, ha decidido realizar un cierre patronal este viernes, 18 de octubre, secundando la cuarta huelga general (vaga de país) de los últimos dos años en Cataluña y prometiendo que no descontará ni un euro de la nómina a sus cerca de 7.000 trabajadores.

Haciendo un promedio de las ventas anuales de Bon Preu, un viernes con todos sus establecimientos abiertos podría rondar los 5 M€ de facturación para sus cuentas. En principio, este “esforç considerable” en forma de pérdida de venta lo asume la compañía porque “considerem que el moment és excepcional, i així ho mereix”, según el comunicado oficial de apoyo a la huelga, pero nada hace pensar que esas ventas no se recuperen en gran medida durante los próximos días y, sobre todo, cómo de grande e intangible es la inversión en marketing de la empresa para los seguidores de la causa independentista.

Si algo es objetivo y medible son las cifras. Desde 2011, año de inicio del 'procés', Bon Preu ha sido una cadena de supermercados que se ha ido significando continuamente con la posición favorable al independentismo, algo, a priori, delicado si consideramos que su clientela es el público en general, aunque su implantación preferente se encontraba (y encuentra) en barrios y localidades de renta media elevada. Un buen hacer en la gestión del negocio (se trata de supermercados reconocidos por la calidad de su oferta), una expansión en su red de centros en la que solo en los últimos 5 años acumula más de 500 M de inversión, y la sobrevenida campaña de marketing “pro-independentimo”, han hecho que los 700 M€ de ventas de 2011 se hayan convertido en 1.347 M€ en 2018 y que la plantilla casi se haya duplicado desde 3.477 personas a cerca de 7.000, según datos de la consultora Retail Data.

Expansión con hipermercados

Si hay una comunidad autónoma en la que tradicionalmente era complicado obtener licencia para la apertura de hipermercados está es Cataluña. Durante los años de la implantación masiva en España de grandes superficies de los grupos especialistas franceses (Carrefour, Auchan…), se trataba de la queja más recurrente; ahora, resulta mucho más extraño asistir a un proyecto de implantación de un mastodonte comercial por encima de los 5.000 m2, pero sí se producen inauguraciones en un rango menor de tamaño… y prácticamente todas tienen un denominador común: su enseña es Esclat, del grupo Bon Preu. Según datos de Retail Data, se han producido desde 2014 un total de 17 inauguraciones de hipermercados de nueva planta en Cataluña; de ellas, 16 fueron centros Esclat y una, un centro de Alcampo en Esplugues de Llobregat, el pasado mes de enero.

Ganó el más independentista

El pasado mes de julio se alcanzaba por fin un acuerdo entre las dos ramas familiares representadas en el accionariado y encabezadas por su actual presidente, Joan Font i Fabregó, y por su hermano Josep. Tras un largo periodo de litigios que amenazaban con acabar en los tribunales, finalmente se establecía un precio de 350 M€ a pagar por la rama de Joan a su hermano Josep, por lo que es el primero el que marca actualmente los designios de la compañía. Precisamente su “sobrerrepresentación” en la dirección y en las decisiones estratégicas en función de su participación (que era del 50%) no gustaba del todo a Josep, menos inclinado a una exposición de posturas políticas tan explícita como la de su hermano.