Así lo ha dado a conocer hoy en rueda de prensa el presidente de esta entidad, José Luis Olivas, quien ha descartado la venta del banco y asegurado que no habrá "ningún problema" para alcanzar, antes del próximo mes de septiembre el 8 por ciento de solvencia exigida por el Ministerio de Economía.

El Banco de Valencia tiene actualmente una cantidad de 361 millones de euros pendiente de "dudoso cobro" por parte de morosos, y otros 407 millones con riesgo "intermedio" de ser percibido.

Olivas ha asegurado que el Banco "tiene capacidad para generar beneficios importantes", por lo que la citada tasa del 8% "no genera inquietud alguna" y "será cumplida con creces", ya que incluso figuraba entre las previsiones de 2011 antes de que el Gobierno anunciara el decreto.

Debido al "escenario económico claramente adverso", el consejo de administración de esta entidad ha acordado elevar "prudencialmente" el nivel de dotaciones sobre determinadas carteras crediticias con cargo al ejercicio 2010, y también dotar otros apartados de riesgo, como las participaciones industriales e inmobiliarias.

El consejo ha aprobado además proponer en la próxima junta general ordinaria -que se celebrará el 26 de marzo- un reparto de prima de emisión en acciones parejo en cantidad al abonado en marzo de 2010, que fue de 0,055 euros por acción.

Según ha reconocido Olivas, el pasado año no fue un ejercicio "favorable" para la acción del Banco de Valencia, que cosecha una minusvalía del 38,3%.

No obstante, hay una perspectiva "favorable", ya que la acción de este banco se ha revalorizado un 49% durante los últimos diez años.

En cuanto al volumen de negocio, la entidad valenciana ha alcanzado los 36.864 millones de euros, con un incremento interanual del 0,84%.

El crédito a la clientela alcanzó la cifra de 18.450 millones de euros, con un incremento anual del 0,05%, con una tasa de morosidad del 5,87%, frente al 4,04% del año anterior, y un índice de cobertura del 93,1%.

Los depósitos de la clientela, por su parte, se situaron en 13.162 millones de euros tras crecer el 5,04%, y el total de recursos gestionados se situó en 17.881 millones de euros, el 2,04% más.

Asimismo, las operaciones fuera de balance (fondos de inversión, gestión de patrimonios y previsión) llegaron a los 1.082 millones de euros, con un crecimiento del 29,68%.

Respecto a los márgenes de negocio, el de explotación disminuyó un 31,39% hasta los 237,4 millones de euros, mientras que el de intereses cayó un 29,41% hasta 273,9 millones de euros.

El Banco de Valencia cerró el pasado año una de sus oficinas, y tiene previsto cerrar otras cuatro durante los próximos meses, manteniendo otras doce en observación.

Ante la "incertidumbre" sobre el final de la crisis, el estancamiento del crecimiento y el "deterioro" del sector inmobiliario, hasta hace poco "motor económico" del país, esta entidad continuará apostando por "fortalecer el balance" antes que atender a los resultados.

"Lo más razonable y prudente es continuar con una política de saneamiento para fortalecer el balance, dada la gravedad del momento".

Además de las dotaciones que han permitido alcanzar una cobertura de la morosidad del 93,1%, el Banco de Valencia ha destinado 58 millones de euros al saneamiento de sus participadas, ante "eventuales circunstancias desfavorables".