Para el próximo año prevé un incremento del PIB del 1,5 % frente al 2,5 % del Gobierno, porque considera que la reactivación del gasto privado todavía irá despacio.
En su último boletín económico mensual, el supervisor advierte además de que la economía se encuentra aún en una situación difícil, ya que la actividad no termina de despegar y la tasa de paro no comenzará a reducirse hasta 2012, año para el que prevé que continúe por encima del 20 por ciento.
El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció hoy que es necesario seguir con las reformas estructurales porque la vuelta a la creación de empleo va a costar, aunque aseguró que la recuperación económica "se sostiene".
En este sentido, avanzó que en el primer trimestre del año la economía crecerá más que en el último de 2010, cuando el PIB subió el 0,2 %.
No obstante, el Banco de España cree que persisten riesgos que podrían rebajar el crecimiento económico previsto para este año y frente a los cuales aboga por avanzar de forma ambiciosa en las reformas estructurales y por actuaciones "más enérgicas".
Entre esos peligros que acechan a la economía, señala el recrudecimiento de la crisis de deuda soberana, la desviación del objetivo de déficit público, el endurecimiento de las condiciones financieras por un eventual aumento de los tipos de interés o que el petróleo se siga encareciendo.
Sin embargo, también reconoce que algunos de los desequilibrios acumulados por la economía española se corregirán parcialmente en 2011 y 2012, entre ellos la reducción sustancial del déficit público, que sitúa en el 6,2 % del PIB para este año (dos décimas superior al proyectado por el Gobierno) y en el 5,2 % para el próximo (frente al 4,4 % previsto por el Ejecutivo).
Al respecto, volvió a abogar por un control presupuestario estricto en las comunidades autónomas y por que se concreten las medidas de reducción del gasto para 2012.
Asimismo, el Banco de España estima que el ajuste de la inversión residencial concluirá a finales de 2011 y puntualiza que el número de viviendas iniciadas durante este año y el que viene será inferior al necesario para satisfacer la nueva demanda.
De esta forma, los puntos más débiles de la economía estarán en el consumo y el empleo, que el supervisor considera que no se van a recuperar tan pronto como cree que Gobierno.
Sobre el empleo, calcula para este año una destrucción del 0,6 % frente a la creación del 0,3 % de las previsiones oficiales.
La entidad sí coincide con el Ejecutivo en que durante el segundo semestre de este año comenzarán a crearse puestos de trabajo, aunque no los suficientes para compensar el "fuerte efecto arrastre" de la destrucción de empleo de 2010 y la desfavorable evolución en los dos primeros meses de 2011.
Respecto al consumo privado, rebaja en más de un punto las previsiones oficiales tanto para este año como para el próximo y explica que el crecimiento del PIB será posible en 2011 por una mejor aportación del sector exterior -gracias al crecimiento de las exportaciones-, frente a la caída de la demanda interna.
En este aspecto, mejora las previsiones del Ejecutivo para este año, ya que espera una aportación del exterior de 1,3 puntos del PIB, frente a los 0,9 calculados por el Gobierno.