Una mujer se pone al frente del banco más grande de Europa. Ana Patricia Botín, la hija mayor de Emilio Botín, coge el timón de un barco que conoce bien a sus 53 años. Lleva las finanzas en las venas. De padre, tío, abuelo y bisabuelo banqueros, su futuro estaba claro, estudió económicas en Estados Unidos, donde trabajó ocho años en el banco de inversión JP Morgan y hace 26 que entró en el banco Santander. Fue presidenta de Banesto y ahora era consejera delegada de la filial británica del Santander. Mujer poderosa en lo laboral, seria por su timidez en lo personal, aunque cercana en el cara a cara. Es la única española entre las cincuenta personalidades más influyentes del mundo.