Los fogones de la alta cocina plantan cara al coronavirus y se reinventan. "Dentro de lo que es el 'delivery' hemos intentado hacer unos platos que sean asequibles y asumibles", explica el chef Rodrigo de la Calle. Conservando todo su sabor y adaptando sus cartas. "Hemos ido hacia una cocina tradicional de más guisos, más platos fríos, más escabeche", apunta el chef de Lúa Manuel Domínguez.
Productos empaquetados con mucho mimo, porque los clientes -dice Domínguez- "buscan cariño".
El servicio a domicilio es una oportunidad de negocio real para los nuevos tiempos de la hostelería.
Un complemento para salvar el confinamiento al que se unen iniciativas solidarias como 'Adopta un bar'.
Gracias a ella la hostelera Soledad Pérez-Fragero logró pagar sus facturas en abril. La restauración no se rinde ante la pandemia. "Vivimos de esto, hacemos lo que nos gusta", asegura el chef Paulo Airaudo. Y trabaja para llevar todo su sabor a nuestras casas.