Hoy, los trabajadores de Alcoa continuarán sus movilizaciones para evitar los 534 despidos de la factoría de Lugo. Creen que este es el primer paso para el cierre definitivo. Una situación crítica que también temen en las antiguas fábricas de la multinacional en Avilés y A Coruña. Con un encierro han pedido que se cumplan los acuerdos de inversión.
Los trabajadores de la planta de Alcoa en Lugo siguen en pie de guerra. Su ayer cortaron la autovía A-8, impidiendo la entrada y la salida de la fábrica de San Cibrao, ahora preparan una gran manifestación el domingo y el comité de empresa ha pedido a los trabajadores no acudir a la reunión convocada hoy por la empresa para tratar el despido colectivo, antes de abrir un proceso formal de negociación.
Alcoa sostiene que San Cibrao, debido a su producción "ineficiente" y su situación "insostenible", además de a los problemas "estructurales" de altos costes de energía y el bajo precio del aluminio, hay "significativas pérdidas recurrentes, que se prevé que continúen". Todo ello, ante una serie de problemas "externos" de producción y de mercado que han hecho que la fábrica "no sea competitiva".
El complejo industrial de San Cibrao está compuesto por una planta de aluminio y una planta de alúmina, que emplean a 633 y 510 personas respectivamente. La reestructuración prevista en la planta de aluminio prevé operar "solo una parte de la fundición". Con todo, asegura que la producción de la planta de alúmina "no se verá afectada por este periodo informal de consultas".
Alcoa ha iniciado un periodo informal de consultas con una duración aproximada de unas tres semanas con los representantes de los trabajadores de San Cibrao. Tras ello comenzaría el plazo formal de negociación por este despido colectivo. "No se tomará ninguna decisión hasta que el periodo de consultas haya concluido", sostiene.
Sus compañeros de Alu Ibérica -antes en manos de Alcoa- piden lo mismo. Piensa que tras los empleados de Alcoa van ellos.Ayer se encerraron todo el día hasta la medianoche para pedir una mesa industrial que aclare el futuro de la planta "exigimos que la Xunta de Galicia y el Ministerio cumplan lo que ellos prometieron y hagan cumplir a las empresas el proyecto industrial que se acordó", señalaba el presidente del comité de empresa, Juan Carlos López Corbacho.
Alcoa vendió esta planta coruñesa a un fondo de inversión suizo que se comprometió a garantizar el empleo al menos durante dos años. Plazo que expira hoy.
Habrá reunión de todas las partes y será la tarde del próximo día 9 de junio. Estarán administraciones, empresa y trabajadores. "Tiene que ser ejecutiva para tomar decisiones y poner en marcha el proyecto que nos prometieron", pedía López Corbacho. Así, con un aplauso a la alcaldesa de a Coruña, la socialista Inés Rey, concluyeron ayer la protesta los trabajadores.