El aceite de oliva, el queso, las naranjas, las cerezas, los mejillones, el jamón o el vino. Son solo algunos de los productos afectados por los aranceles que el Gobierno de EEUU ha anunciado que, a partir del 18 de octubre empezará a imponer a la Unión Europea (UE). Y sí, España es uno de los más damnificados. Están en juego 970 millones de euros, según la organización agraria COAG. Durante el último año, el valor de las exportaciones españoles a Estados Unidos se situó en torno a los 400 millones de euros en vino, 300 millones en aceite, 180 millones en aceitunas y 87 millones en productos lácteos, fundamentalmente quesos.
La indignación se palpa en el sector, tal y como señala el secretario general del COAG, Miguel Blanco: “Resulta totalmente injusto y desproporcionado que, una vez más, el sector agrario sea el pagano de una guerra comercial de la Unión Europea que no tiene nada que ver con el campo español. Acabamos sufriendo las consecuencias de los acuerdos con terceros países, caso del reciente Mercosur, como de los desacuerdos, en este caso en un conflicto que tiene su origen en el sector aeronáutico”.
Y sí no le falta razón porque es en ese sector donde se libra la verdadera batalla que preocupa a Trump. Los yogures, la mantequilla, las cerezas y los melocotones de la mayoría de los países de la UE también se van a ver afectados en una guerra que se presenta ya con la amenaza cierto de una nueva recesión que asusta a los mercados cuando aún se notan las secuelas de la última.
El fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC), determinó que Washington puede imponer a la UE sanciónes comerciales por valor de 6.900 millones de euros. La Oficina de Comercio Exterior ha explicado que, de momento, se impondrán aranceles del 10% a las aeronaves civiles grandes que el bloque comunitario vende a EEUU y del 25% a ciertos productos agrícolas. Los países que sentirán el mayor "peso" de los gravámenes serán Francia, Alemania, España y el Reino Unido, los "cuatro países responsables de los subsidios ilegales", explicó la Oficina de Comercio Exterior.
La disputa transatlántica en la OMC, que comenzó hace 15 años, podría provocar una guerra arancelaria entre la UE y EEUU, aunque la Casa Blanca ha dejado la puerta abierta a negociar y ha pedido al organismo comercial que fije una reunión el 14 de octubre para que formalmente autorice los gravámenes estadounidenses.
La OMC determinó que el constructor aeronáutico estadounidense Boeing perdió el equivalente a 7.500 millones de dólares (unos 6.900 millones de euros) en ventas potenciales debido a subsidios ilegales que Gobiernos de la UE dieron a su rival europeo Airbus, otro de los fabricantes de aviones más grande del mundo.
En ese contexto, Francia, Alemania, España y el Reino Unido ofrecieron a Airbus financiación a un tipo de interés más bajo que los del mercado, lo que permitió a la compañía desarrollar algunos de sus modelos más recientes y avanzados. "Durante años, Europa ha dado subsidios masivos a Airbus que han dañado seriamente la industria aeroespacial de EEUU y a nuestros trabajadores", manifestó Lighthizer. Trump se ha mostrado eufórico con el fallo, pero la UE ya ha avisado del efecto boomerang que puede provocar una guerra comercial de este calibre.