A prueba: Volkswagen Arteon, lo tiene todo para que vuelvas a caer rendido ante las berlinas
Su belleza, elegancia y equilibrio estético ya marcan un oásis diferenciador frente a los ya tan habituales todocamino
El confort y espacio interior, un gigantesco maletero y, sobre todo, su excelente dinámica suponen un ramillete de virtudes muy seductoras
Cuando uno está algo cansado de la rutina lo mejor es volver la vista hacia algo diferente. Esto es lo que hemos hecho esta semana con la prueba de una de las más destacadas berlinas del momento, el Volkswagen Arteon. Por unos días hemos decidido dar la espalda a la invasión de los todocamino y fijar nuestra mirada en un coche que, sinceramente, es “muy fácil de mirar” y más con el retoque estético que Volkswagen acaba de realizar.
Es verdad que el Volkswagen Arteon no tiene una carrocería tipo sedán clásica. La caída del techo hacia la parte trasera hace que tengamos que volver a hablar de las carrocerías tipo coupé, de las que están levantando de nuevo furor en los tableros de diseño de las marcas. Pero por lo demás, tiene todas las características del que podríamos definir como el coche por excelencia. Hablamos de la de los tres volúmenes bien definidos: vano motor, habitáculo y maletero. Pero también una mejor aerodinámica acompañada por menores consumos, una dinámica mucho más ágil al situar su centro de gravedad más cerca del suelo, una seguridad activa mucho mejor al ser más fáciles de controlar y finalmente unas líneas que daban pie a los diseñadores a hacernos soñar con coches deportivos, aun cuando su destino principal fuera llevar a la familia.
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¿Cómo es?
Para este motivo hemos elegido el Arteon en su acabado R-Line uno de los intermedios de la gama y además, para revivir un poco más ese añorado coche clásico, su versión térmica a gasolina con 190 caballos de potencia. De hecho, es muy posible que esta sea la última versión de berlina solo térmica que Volkswagen lance al mercado. El Arteon es un gran modelo pero solo se ha visto mantenido en el mercado porque tiene tirón en China, ya que las ventas de este tipo de carrocerías no están logrando unos objetivos que las hagan competitivas.
Este proporcionado Arteon mide casi cinco metros, 4,86 metros exactamente de largo, por 1,87 m de ancho y 1,45 metros de alto. Su distancia entre ejes es de 2,83 metros y su maletero es el más grande del segmento con nada menos que 563 litros de capacidad, que se ven incrementados hasta los 1.557 con los asientos traseros reclinados. Está homologado para cinco plazas, aunque como casi siempre la plaza central trasera no es lo más cómodo del mundo.
Cuenta con un motor a gasolina de 2.0 litros de capacidad que entrega 190 caballos de potencia y 320 Nm de par. Va turbopropulsado y tiene stop/start para reducir consumos. Con él es posible alcanzar los 250 km/h y acelerar hasta 100 km/h desde parado en 5,5 segundos. Su cifra oficial de consumo combinado es de 7,2 l/100 km. Esta versión no contaba con ningún tipo de hibridación, por lo que su etiqueta de la DGT es la “C”, así que ojo los más urbanitas. Sin embargo, hay una versión híbrida enchufable con etiqueta Cero Emisiones.
La unidad probada tenía tracción al eje delantero con una caja de cambios automática de doble embrague DSG de siete velocidades (más que alabada y más que contrastada), con levas en el volante y que funciona de lujo, como siempre. Sus discos de freno son ventilados tanto en las ruedas delanteras como en las traseras.
Su equipamiento es completísimo y deja pocos opcionales a escoger. Cuenta por ejemplo con un muy efectivo control de crucero adaptativo que trabaja hasta a 210 km/h (por si viajamos por las autobahn alemanas) y es efectivo en rotondas y también se ajusta ante los cruces en poblado y la señalización del tráfico. Sí hay dos tipos de faros de ledes, aunque los de serie son magníficos. En cuanto a conectividad, ahora Apple CarPlay y Android Auto cuentan con conexión inalámbrica.
¿Cómo va?
En este coche no nos queda más remedio que referirnos a su muy lograda estética. Estoy seguro que la belleza de sus líneas ha hecho caer rendidos a sus pies a muchos compradores que no se iban a sentir a gusto a los mandos del típico todocamino. Ayudan sus proporcionados volúmenes, pero el diseño exterior está muy conseguido, aportando a la marca una de sus carrocerías más elegantes y bellas.
En el interior su habitáculo tiene unos excelentes materiales y una gran sensación de calidad en sus acabados. Se trata de un interior de líneas muy horizontales, con discretos contrastes y líneas que buscan la distinción al igual que en su exterior. Los accesos no son incómodos y la amplitud general es excelente en la fila delantera, y muy buena en la trasera, destacando en espacio para las piernas. Además, aunque el techo hace caída, incluso personas de más de 1,85 m no tendrán ningún problema. La plaza central es menos agradable por el túnel de transmisión y la mayor dureza del respaldo. El maletero es enorme, con un amplio portón que facilita la carga y cuenta con un hueco debajo de su alfombrilla en el que llevar una rueda de repuesto.
La ergonomía de la conducción es buena excepto en dos apartados que no nos han terminado de convencer. El primero es la climatización con un control digital poco preciso y que nos obliga a apartar la mirada de la carretera para modular la temperatura correctamente. El segundo, los controles hápticos en el volante, que se pulsan sin querer en ciertas maniobras.
En cuanto a su dinámica es muy buena. Nunca te hace sentirte inseguro, ni siquiera en las carreteras de curvas, a altas velocidades es mejor mirar con frecuencia el cuentakilómetros porque te disparas sin querer y casi sin darte cuenta. Su rodar es muy cómodo y ágil y las suspensiones matizan muy bien las irregularidades del asfalto. Cuenta además con cinco modos de conducción: eco, confort, normal, sport e individual (en este último podemos variar parámetros como la dureza de la dirección, las suspensiones o la respuesta del acelerador, entre otros).
Tiene un comportamiento dinámico muy noble, con reacciones muy buenas en general, sin balanceos ni cabeceos y sus frenos son muy capaces. Su dirección no es todo lo comunicativa posible, pero en general es muy adecuada para el conductor medio. Lógicamente se notan sus dimensiones al manejarlo en espacios reducidos, lo que unido a su visibilidad trasera algo justa puede notarse al aparcar. Sin embargo cuenta con sensores de acercamiento con aviso acústico y con cámara trasera y visualización en la pantalla central para hacernos más cómodo ese momento.
En cuanto a consumos, esta ha sido quizá la sorpresa mayor que nos ha proporcionado el coche, porque a altas velocidades en autopista hemos hecho medias de 7,1 litros y en ciudad de 7,8 litros, quedándonos una media final de 7,6 litros. Se trata de una cifra bastante cercana a la oficial de 7,2 l/100 km en ciclo combinado, baja en comparación con sus rivales e incluso sorprendente a pesar de su peso relativamente contenido de 1.600 kilos, una cifra baja para su tamaño.
¿Interesa?
La versión probada de este bellísimo Arteon se puede comprar desde 52.675 € PVP sin impuestos ni matriculación. Pero la versión más sencilla igualmente a gasolina tiene un PVP oficial de la marca desde 50.095 € en el configurador de la marca . Como nos gusta ofrecer algunas opciones tenemos que decirte que hay una carrocería llamada “shooting brake” con el techo cómo el de los familiares de toda la vida. Esta versión no gana espacio de maletero (bueno sí, dos litros) pero en cambio sí aporta algo más de espacio para las cabezas de los pasajeros traseros. Como hemos comentado antes también hay una versión híbrida enchufable con etiqueta cero emisiones, además de otras motorizaciones térmicas diésel.
Y a la pregunta del millón, qué podemos responder. Un coche con ese precio ya es un coche aspiracional y aporta, en casi todos los casos, unos niveles de agrado elevados. Sin embargo, este Arteon tiene algo diferenciador no solo en la elegancia y belleza de su diseño, ni tampoco en su comodidad ni en su magnífica dinámica. Es algo que en conjunto resulta emocionalmente gratificante, quizá por la diferenciación que aporta frente a los ya muy vistos todocaminos que comienzan a parecer todos iguales, pero también por el equilibrio que logra en todos sus apartados.
Así que solo diremos que nos ha gustado y mucho y que si te lo puedes permitir y quieres bajar a tu garaje y no equivocarte y montarte en un coche que no sea el tuyo sin darte cuenta, elige este Arteon. Posiblemente lo agradecerás.