La moda todocamino llega debido al deseo del usuario de rizar el rizo de las virtudes en un coche: que sea amplio, que dominemos la carretera, de aspecto arreglado pero informal, que le podamos meter en caminos, que sea seguro, confortable, cómodo, agradable de conducir, familiar... Ya no hay tantos que además le piden que sea divertido de conducir. Pero si usted es de los exigentes que pretender redondear el círculo de lo casi imposible resulta que sí existe un coche para eso: el Skoda Kamiq Monte Carlo.
El reglaje de este Kamiq Monte Carlo está pensado para darnos ese extra de nervio que falta en muchos todocamino. Incluso el arranque hay que hacerlo con suavidad si no queremos que se nos escape algún tironcillo delante de la familia o los amigos. Pero es que este no es un Kamiq cualquiera. Aprovecha sus 150 CV para darnos sensaciones en cuanto apretamos el acelerador por lo que, si se le exige dinamismo, nos encontraremos con la grata sorpresa de un modelo hasta incluso prestacional.
El único punto menos favorable es que al carecer de hibridación no podemos optar más que a la etiqueta C de la DGT. Skoda puede rizar el rizo, pero hacer milagros ya no.
El Kamiq Monte Carlo que vamos a conocer es el que monta el motor 1.5 TSI 150 CV DSG, es decir, cuyo motor tiene una cilindrada de casi 1.500 cm cúbicos, a gasolina, con 150 caballos de potencia y un cambio de marchas automático de doble embrague que en el Grupo llaman DSG.
- Comenzamos hoy por las prestaciones para alcanzar con él (solo imaginariamente) los 212 km de velocidad máxima y comprobar su buena aceleración 0-100 km/h en 8,4 segundos. Su motor cuenta con inyección directa, turbopropulsión y Stop/Start para aquilatar consumos. Como curiosidad, citar que tiene una función que engrana el punto muerto para que podamos avanzar por inercia -por ejemplo en bajadas- sin que la retención del motor nos frene. Lo que no tiene es hibridación alguna, así que solo cuenta con la etiqueta C de la DGT.
- No es posible contar con tracción a las cuatro ruedas. Su transmisión incluye la conocida caja de cambios automática de 7 velocidades de doble embrague DSG que sigue funcionando tan magníficamente bien como en todos los modelos del Grupo Volkswagen. Incluye levas de manejo tras el volante, además de que es posible manejarla secuencialmente en la palanca de cambio. El freno de mano es de palanca y no electrónico, una solución que pesa algo más pero que puede suponer menos problemas eléctricos a largo plazo (y que encantará a los que tengan más espíritu de pilotaje).
- Y yendo a lo práctico, mide 4,24 metros de largo, por 1,79 m de ancho y 1,53 de alto. Esto supone que se encuadra entre los segmentos B y C, algo que tiene su recompensa en los asientos posteriores, realmente espaciosos. El tamaño se origina en una plataforma estirada, con una distancia entre ejes de 2,65 metros, que para su longitud está muy bien. Pesa 1.277 kilos y su coeficiente aerodinámico es de 0,32 Cx debido a sus volúmenes y formas no muy aerodinámicas.
- Su equipamiento incluye carga inalámbrica para el móvil, conectividad mediante Apple CarPlay o Android Auto, mantenimiento de carril, detección de ángulo muerto (uno de los que mejor se ven del mercado) y de tráfico trasero cruzado, frenado automático de emergencia o programador de velocidad activo entre otros sistemas de seguridad. Además, de serie incorpora un diferencial electrónico denominado XDS+, que frena la rueda interior de la curva en el giro para evitar deslizamientos de la misma en aceleraciones fuertes a la salida de las curvas (pongan ustedes mismos aquí el emoticono de la carita sonriente guiñando un ojo).
¿Hace honor al mítico nombre del rally con más glamour de la historia de la competición? Bueno, evidentemente no es un deportivo. Su altura al suelo es de 18,8 centímetros -mejor que la de muchos todocamino para transitar por caminos rotos- algo que ya lo dice todo. Pero sin embargo, este Kamiq es muy vivo de reacciones. Una sensación que comienza en el arranque, con un acelerador al que hay que tratar con algo de suavidad y que ya te deja las cosas claras desde el momento en el que sueltas el embrague. Luego acelera muy bien y aporta una respuesta muy rápida de la caja de cambios que es además muy progresiva, ejerciendo su trabajo sin que apenas notemos que se están produciendo transiciones mecánicas gracias a su sistema de doble embrague. Y si queremos usar las levas, la sensación es la misma, fulgurante velocidad, lo que te “mete” en la conducción con una dosis de agrado adicional.
El paso por curva no es solo seguro y estable, sino muy divertido. A pesar de su altura al asfalto, no balancea apenas, gracias a un sistema de suspensiones opcional. Este es muy aconsejable dado el carácter del vehículo, para ir no solo más ligero y que la conducción sea más agradable sino también para ganar confianza en esos momentos de disfrute. Suspensión que además asume los asfaltos rotos ofreciendo mucho confort.
Y en ciudad no es incómodo. Sus dimensiones contenidas nos ayudan a maniobrar con facilidad, comportándose además el coche muy dócilmente en todas las circunstancias. Otro detalle muy destacable es el bajo nivel de decibelios en el habitáculo, que hace el trayecto aún más amable. En general, es un coche de conducción bastante cómoda y fácil para cualquier conductor.
En cuanto a consumos, nuestra media en ciudad fue de 7,5 l/100 km, en autopista 6,7 l/100 km y en carretera secundaria 6,0 l/100 km, pero eso sín usar en ningún momento el modo de conducción Eco, de los cuatro que aporta (Eco, Normal, Sport e Individual). Se trata de unos consumos que podemos definir como de razonables para un coche cuya filosofía no es estar pendiente de la aguja. Si esa fuera la intención, tenemos otros Kamiq más conservadores en la gama. En cualquier caso, son cifras que con una dinámica más controlada y usando el modo Eco, son factibles de rebajar en al menos medio litro.
Entrar en su habitáculo es sencillo y cómodo en todas las filas. Destaca el espacio en las plazas traseras. Aunque cinco pasajeros no irán cómodos (como en casi todos los coches), el espacio para piernas es grande. Y también para la cabeza y eso que incluye un techo solar -que por cierto da aún más sensación de amplitud- que siempre resta como un centímetro y medio de espacio por arriba. Este techo se corresponde con el generoso espacio acristalado del vehículo, que no solo lo hace luminoso, sino que ayuda a ver muy bien en todos los ángulos y que unido a la cámara trasera facilita mucho el aparcamiento.
El maletero tiene 400 litros. No es amplio, estando dentro de la media del segmento. Su portón deja un umbral de acceso muy cómodo y amplio y cuenta con apertura automática. Y como el resto del coche está repleto de detalles que ayudan a la carga, como una redecilla para pequeños objetos bajo la bandeja, otra red para distribuir mejor la carga, ganchos, luz etc. El coche cuenta con detalles que la marca llama “Simply Clever” (algo así como “sencíllamente astutos”) como la rasqueta para hielo en la portilla de la boca de carga de la gasolina, entre otros.
En el interior los materiales y los acabados dan sensación de mejor calidad que alguno de sus “hermanos” de gama de otras marcas. La ergonomía de sus asientos es excepcional y además, recogen excelentemente el cuerpo en las curvas, tienen reglajes eléctricos y están calefactados incluso los traseros. Hay enchufes tipo C tanto delante como para las plazas traseras (en el pack Confort). Y delante hay una guantera muy grande, dos huecos en las puertas muy generosos, un cofre bajo el reposabrazos, huecos en la consola...
Llegada la hora de la verdad este Kamiq Montecarlo tiene un PVP de 31. 9325 € según el configurador de la marca. Pero también es verdad que hay un Monte Carlo con un motor de 110 CV por 30.535 € (que llegados hasta aquí en un coche “picante” como este no sé muy bien si merece la pena). Otra opción puede ser “bajarse” al Kamiq de 150 CV y cambio automático pero en acabado Ambition, por 30.635 €.
El caso es que este Skoda es un coche que igual puede resultar práctico que divertido, espacioso y versátil y que gustará a la gran mayoría de conductores que se acerquen y lo prueben. La estética -a mí me gusta y mucho- es siempre personal, pero desde luego se trata de un modelo innegablemente tan práctico para la familia como divertido y capaz de eliminar tensiones conduciendo en la montaña. Altamente recomendable si eres un conductor de sensaciones pero tienes que cumplir con la familia en el día a día.