El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el actual presidente de turno del Consejo Europeo, el primer ministro checo, Mirek Topolanek, hablaron hoy por teléfono sobre esa posibilidad, declaró el portavoz de la CE, Johannes Laitenberger.
Topolanek estará el próximo miércoles en Bruselas para preparar con la Comisión Europea la cumbre de primavera, ya prevista para los días 19 y 20 de marzo.
"La idea es hacer una reunión entre los 27 porque la crisis económica y financiera afecta a toda la Unión Europea", explicó el portavoz comunitario, quien dijo que la cita estará centrada en la crisis económica y en los planes de reactivación.
Laitenberger señaló que en las próximas semanas habrá una serie de reuniones y propuestas en la UE para preparar la cumbre comunitaria de marzo y la cumbre del G-20 del 2 de abril en Londres, en la que se continuará la discusión sobre la reforma del sistema financiero mundial.
La CE presentará el 18 febrero su revisión de los programas de estabilidad y convergencia de los países comunitarios, y cuatro días después habrá una reunión preparatoria de los participantes de la UE en la cita del G-20.
Además, el 25 febrero se presentarán las propuestas del grupo de expertos creado por la Comisión Europea para estudiar la reforma de la supervisión del sistema financiero.
El 4 de marzo, la CE presentará sus propuestas para la cumbre de marzo, que será "la cita crucial" de la Unión Europea en la próxima primavera, y se centrará en la gestión de la crisis y los planes de relanzamiento, añadió Laitenberger.
Dentro de los preparativos de la CE para esa cumbre, Barroso participará en la tarde de hoy en la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo).
El anuncio de la idea para reunir a los jefes de Estado y Gobierno de los Veintisiete se produce en momentos en que el empeoramiento del desempleo y la recesión en muchos países de la UE han generado conatos de proteccionismo y recelos en algunos socios comunitarios.
Por ejemplo, Topolanek reaccionó airadamente el pasado viernes a unas palabras del presidente francés, Nicolas Sarkozy, acerca de que su Gobierno no daría ayudas públicas a los fabricantes galos de automóviles para que luego instalen fábricas en la República Checa.
El portavoz de la CE recordó que corresponderá a la presidencia checa decidir la fecha y el lugar donde tenga lugar la cumbre informal que se está preparando.