En un auto, al que ha tenido acceso Efe, Pedreira declara el sobreseimiento provisional de la causa respecto a Estrada argumentando que hasta este momento no existen indicios de la comisión de los delitos de prevaricación administrativa y cohecho por los que estaba imputada.
El magistrado afirma que la declaración de la también imputada Felisa Isabel Jordán, que aseguró que el considerado número dos de la trama "Gürtel", Pablo Crespo, le dijo que contactara en Pozuelo de Alarcón con Estrada "no constituye por sí sola un delito".
"El hecho de asistir a una reunión para la presentación de un proyecto postulado por Felisa Jordán, no realizándose por Yolanda Estrada ningún encargo, ni ningún contrato en su condición de concejal, no conduce a tipificar una conducta como delictiva", señala.
El juez considera que tampoco la suscripción de tres facturas correspondientes a actos de comunicación relacionados con el plan de asfaltado del año 2004 en Pozuelo y con la compra de mobiliario son constitutivos por si solos del delito de prevaricación.
No obstante, el sobreseimiento de la causa respecto a Estrada es provisional, ya que, según recuerda el juez, el Juzgado de Instrucción número 3 de Pozuelo de Alarcón mantiene abierto un proceso penal relativo al Arroyo de Cárcavas de la localidad en el que se investiga la modificación de contrato de obras -que pasó de 4 a 9 millones de euros-.
Pedreira advierte, por ello, de que el archivo provisional no produce eficacia de "cosa juzgada" y que, de aparecer nuevos datos, las "diligencias correspondientes pueden reabrirse en cualquier momento".
Estrada, que ocupó hasta junio de 2007 la Concejalía de Obras, Servicios y Contrataciones de Pozuelo de Alarcón, compareció ante Pedreira el pasado 16 de septiembre, ante quien defendió que su participación en los hechos investigados "fue totalmente lícita".
La defensa de Estrada, representada por el despacho de abogados González-Franco, pidió el archivo de la causa insistiendo en que la implicación de la concejal se había debido a varios anónimos, inadmisibles como pruebas.
En el auto de sobreseimiento dictado por Pedreira, el magistrado coincide en que una denuncia anónima sólo posee la virtualidad de poner en marcha la investigación, pero de ningún modo puede ser considerada como prueba.