El presidente de Renfe, Raül Blanco Díaz, pondrá fin el próximo 14 de enero a su etapa como máximo ejecutivo de la compañía ferroviaria pública "por motivos personales", según han confirmado este martes a EFE fuentes de la empresa.

Su salida se produce "de mutuo acuerdo" con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, de quien depende la empresa ferroviaria, "para centrarse en nuevos objetivos profesionales en el ámbito privado".

Blanco fue nombrado presidente de Renfe en febrero de 2023 en sustitución de Isaías Taboas, que había dejado su cargo tras la polémica por los errores en la licitación de los nuevos trenes de ancho métrico para Cantabria y Asturias.

En el momento de su nombramiento, Blanco ocupaba el cargo de director general de la Fundación Escuela de Organización Industrial (EOI).

Licenciado en Economía por la Universidad de Barcelona, Blanco fue secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa (Pyme) en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo desde junio de 2018 y hasta diciembre de 2022, cuando fue relevado de su cargo tras la polémica por el retraso del PERTE del coche eléctrico.

En los dos años transcurridos desde que asumió la presidencia de Renfe, se han estabilizado las cuentas de la empresa, que ha reducido sus pérdidas desde 123,4 millones de euros en 2023 a 20 millones en el año pasado, un 83 % menos, de acuerdo con las mismas fuentes.

El ebitda (beneficio bruto de explotación antes de amortizaciones e intereses) creció en 2024 un 28 % respecto al ejercicio anterior, hasta alcanzar los 450 millones de euros.

Estos resultados "muestran la capacidad de Renfe para ser rentable en un entorno de intensa y creciente competencia a nivel nacional y, también, cómo la internacionalización se consolida como uno de los vectores de crecimiento más relevantes en los próximos ejercicios".

Renfe concluye esta etapa "en la senda para tener resultados positivos a partir de 2025 y preparada para ser una de las grandes de empresas españolas globales en el ámbito de la movilidad durante los próximos años", ha agregado la misma fuente.

Además, durante su etapa, se ha avanzado en la modernización gracias al cambio de los equipos de dirección, con la llegada de perfiles profesionales independientes y paritarios a los consejos de administración del grupo, y con la mejora de las normas de transparencia en el seno de la empresa.

Blanco también ha impulsado la dimensión exterior de Renfe que, tras la creación en 2023 de Renfe Proyectos Internacionales, ya está presente en más de 10 países.

Un anuncio más reciente en este sentido, ha sido la obtención por parte de Renfe del certificado de seguridad de la Agencia Ferroviaria de la Unión Europea (EUAR) que le permite extender sus operaciones entre Barcelona y Toulouse (Francia), una tercera ruta internacional que pondrá en marcha en abril de 2025.

No obstante, el objetivo "imprescindible" de la compañía es la conexión con París, tal y como volvió a señalar Blanco el pasado 23 de diciembre en Barcelona, asegurando que Renfe sigue trabajando con las autoridades galas para hacerla posible, pero depende también de que su proveedor de trenes Talgo realice la homologación de la serie 106 (Avril) en Francia, una cuestión que va con retraso.

Precisamente dichos trenes de Talgo, que se han incorporado este año (con un gran retraso) a la flota de Renfe han protagonizado múltiples incidencias, la última de ellas a principios de este año nuevo, cuando todos se quedaron bloqueados por un fallo informático.

Además, los problemas que se han producido en los servicios de Renfe durante el mandato de Blanco, de los que ha tenido que dar explicaciones en varias ocasiones en el Congreso y en el Senado el ministro de Transportes y Mobilidad Sostenible, Óscar Puente, no solo han afectado al ámbito de alta velocidad y larga distancia, sino también a la red de cercanías. 

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