Empezar el año jugando a la Lotería del Niño es, para muchas personas, el ritual que cierra las Navidades. Un buen pellizco de esta lotería puede endulzar el comienzo de 2025 o amargarlo, según sea la situación profesional de los agraciados.

Las cuantías de los premios del Sorteo del Niño pueden tener efecto sobre la percepción de algunas prestaciones de la Seguridad Social. Por esta razón, los pensionistas y las personas que cobren algunas prestaciones deben comprobar cómo afecta esta lotería a sus ingresos.

Algunas prestaciones, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), dependen de las rentas de cada individuo. Por tanto, ganar un premio en la lotería puede incrementar significativamente el patrimonio, lo que podría anular el derecho a esa prestación.

En cualquier caso, el IMV está pensado para ser percibido de manera transitoria por lo que cualquier cambio en la situación económica o vital de la persona que recibe esta prestación puede anularla.

El cese de este cobro solo ocurre en el caso de las prestaciones no contributivas. En el caso de las prestaciones contributivas, como la pensión de jubilación, la situación es distinta. El trabajador jubilado ha generado a lo largo de su vida laboral esa ayuda que recibe durante su retiro. No depende de su estado patrimonial, sino de los años cotizados y las bases de su cotización.

Por esta razón, los jubilados que hayan sido agraciados con la Lotería del Niño continuarán recibiendo su pensión como siempre, aunque con las retenciones habituales en este tipo de premios.

Cuando la cantidad ganada sea superior a los 40.000 euros deberán abonar el 20% por el impuesto especial con el que están gravados estos premios. Simultáneamente, hay que declarar la ganancia en la Renta, por lo que es posible que se suba de tramo y haya que pagar más impuestos.