La llegada de Trump a la Casa Blanca y la incertidumbre que rodea a las principales industrias europeas crea un efecto de cortina de niebla sobre el 2025 económico. Sin embargo, como cada fin de año en 'MoneyTalks', Javier Ruiz saca su bola de cristal y nos hace un completo repaso a lo que nos espera, desde los precios hasta la vivienda, pasando por el empleo o los impuestos.
En materia de precios todo debiera moderarse, salvo que haya una catástrofe económica de por medio. Y esto por varios motivos. En primer lugar, porque el petróleo se ha templado y hay menos consumo. En segundo lugar, porque las tensiones inflacionistas que hemos vivido han hecho que mucha gente ya no pueda más, con lo que tampoco hay margen para más subidas. Y finalmente, porque algunos bienes están empezando a bajar, por ejemplo, el aceite de oliva.
Así que en precios estaremos rondando el 2% o el 2,5%, que es una estabilidad más o menos normal. Esperamos precios más bajos en la mayoría de los productos. Eso sí, en combustibles viene un impuesto al diésel, que va a equipararse con la gasolina. Esto significa que por cada tanque de combustible que llenemos pagaremos unos 5 euros más.
En cuanto a los salarios, lo cierto es que este último año han ganado poder adquisitivo. Nos estamos recuperando, pero no todo lo que se perdió en 2020. Y ese el gran problema. Los salarios subirán un poco más y los precios un poco menos. Ya se sabe que cuando uno se empobrece lo hace de la noche a la mañana, pero la recuperación suele tener ritmos glaciares.
Al menos para 2025 el Gobierno se ha comprometido a que el salario mínimo interprofesional (SMI) no se empobrezca. Su subida está teniendo un efecto positivo en la reducción de la desigualdad en España. Los pobres están ganando un poco más y se respira algo más tranquilo por la parte baja de la renta. En la agenda del Ejecutivo hay una posible mejora de entre el 4 y el 6%, lo que significaría pasar de los 1.134 euros al mes a los 1.180.
Respecto a la vivienda, los precios calientes son algo que vamos a tener como tortura y cruz en los próximos años, no solo en 2025. Están bajando las hipotecas y la gente que tenía en mente comprar sabe que es ahora o nunca. Por eso estamos en niveles de operaciones que se veían desde hace 17 años, y en niveles de precio propios de la época de la burbuja inmobiliaria. Pero esto no es una nueva burbuja. Tenemos 3,3 millones de habitantes más en nuestro país y no hay tantas casas. Mucha demanda y poca construcción. O nos ponemos a construir ya o este problema de precios se hará perpetuo.
Tenemos una medida que entra en vigor el 2 de enero: el índice de precios de referencia. El INE va a publicar a partir de ahora cuánto puede subir el alquiler y qué umbral no se podrá superar. Esto debiera marcar ciertos topes. Claro, que una cosa es lo que dicte la ley y otra lo que dicta la dinámica de poder entre casero e inquilino.
En cuanto a los tipos de interés, aquí la bruma es más espesa. Esperamos que sigan bajando, pero es muy complicado hacer una previsión solvente. El factor Trump lo puede cambiar todo. La pregunta es qué va a hacer EEUU y si eso significará que haya menos bajadas de tipos. Las políticas del nuevo mandatario estadounidense, si se aplican, se traducirán en más inflación. Así que lo podemos terminar pagando en nuestras hipotecas.
Y para concluir, el empleo, que ha funcionado extraordinariamente bien en 2024 con los esteroides del turismo. Previsiblemente en los próximos dos años vamos a cerrar con un solo dígito de paro, algo absolutamente inaudito en España. Estamos viviendo récords de contratación y en algunas autonomías (Euskadi, Navarra, las costas...) hay pleno empleo. En el vídeo puedes ver la charla completa de 'MoneyTalks' con todas las previsiones económicas para 2025.