Cinco gastos que haces en tu día a día y te impiden llegar sobrado a final de mes

Casi ocho de cada diez españoles no se sienten eficientes con sus rutinas financieras debido a su escasa educación económica, según un estudio realizado por Civislend. El principal problema que identifica este informe es que afrontamos diferentes tipos de gastos en nuestro día a día que no somos capaces de controlar. Gastos fijos que se repiten cada mes, algunos necesarios, otros realmente superfluos.

Más allá de la situación económica general, lo cierto es que  solo cambiando algunos de nuestros hábitos de compra podríamos ahorrar una buena cantidad de dinero sin necesidad de hacer mucho esfuerzo. Estos son los cinco gastos más comunes y aparentemente poco significativos que nos impiden progresar hacia una situación financiera más sólida, según Mark Henry, fundador de Alloy Wealth Management.

Coche nuevo con cuotas muy altas

Un coche puede ser una adquisición necesaria, especialmente cuando no se vive en una ciudad con buen transporte público, pero mucha gente cae en la tentación de comprarse un coche nuevo con cuotas mensuales elevadas. Según Henry, si tu coche actual está en buenas condiciones, lo más inteligente es seguir usándolo y evitar una letra adicional cuyo montante podrías destinar a inversiones, saldar deudas o ahorrar para la jubilación. Y si realmente necesitas cambiar de vehículo, una opción bastante más económica es la de tirar de la segunda mano.

Suscripciones innecesarias

Hoy por hoy nos hemos acostumbrado a mantener suscripciones a varios servicios, de streaming, al gimnasio a entregas a domicilio... Todo esto son gastos que nos pueden pasar desapercibidos pero que van sumando y haciendo menguar nuestro capital financiero. El experto recomienda revisar regularmente estas suscripciones y eliminar aquellas que ya no usamos o a las que no sacamos partido. Las aplicaciones bancarias actuales nos permiten hacer un seguimiento de estos cargos recurrentes, lo que facilita su control.

Compras impulsivas

Nos pasa más de lo que creemos. Navegando por Internet vemos un jersey muy bonito pero que no necesitamos y aún así nos hacemos con él. Las compras no planificadas, ya sean grandes o pequeñas, son otro hábito que dilapida nuestros recursos financieros. Henry indica que solo un gasto impulsivo de 50 euros al mes se traduce en unos 600 euros al año, dinero que podría invertirse en algo más provechoso. Lo que recomienda es esperar al menos 24 horas antes de realizar una compra para evaluar si realmente vale la pena.

Productos de escasa calidad

Muchas veces nos decantamos por productos de marca genérica o de menor precio precisamente para ahorrar en nuestra cesta de la compra, sin darnos cuenta de que a menudo terminan resultando más costosos a largo plazo. Henry pone el ejemplo de un jersey barato pero que en dos años tenemos que reemplazar porque se ha puesto feo, en contraposición a uno de mayor calidad que nos puede durar una década. Invertir en bienes de calidad -y si puede ser, comprarlos con descuento- es más inteligente que tener que reemplazar productos baratos constantemente.

Abuso de la tarjeta de crédito

La tarjeta de crédito es muy cómoda y útil, pero su uso excesivo puede volverse en nuestra contra. El experto advierte de que si la utilizamos para compras que no se pueden pagar inmediatamente las altas tasas de interés pueden generarnos deudas rápidamente y meternos en problemas. El gasto con tarjeta de crédito debe ser responsable.

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