Rentas vitalicias: ¿Qué son y cómo solicitarlas?

  • En las rentas vitalicias el contratante paga una prima única a cambio de recibir una serie de pagos periódicos a partir de un momento específico

  • Existen diversas modalidades de rentas vitalicias que se ajustan a diferentes necesidades y preferencias

  • Declaración Renta 2023: ingresos exentos de tributar el IRPF

El concepto de renta vitalicia resulta llamativo e interesante. Sin embargo, es importante entender qué es, cómo funciona y más detalles para ser plenamente consciente de su operatividad y requerimientos. Se trata de una serie de productos financieros que se encuentran en la intersección de los seguros de vida y los planes de ahorro para la jubilación, ofrecen una solución a largo plazo para quienes buscan asegurar su bienestar financiero en la etapa post-laboral.

Qué son las rentas vitalicias

Las rentas vitalicias se basan en un contrato privado con una entidad aseguradora, donde el contratante paga una prima única a cambio de recibir una serie de pagos periódicos - cada mes, cada trimestre o cada seis meses, variando en función del contrato -  a partir de un momento específico, generalmente su jubilación. Este flujo de ingresos garantizado hasta el fallecimiento del asegurado se calcula en función de varios parámetros como la edad al contratar este servicio, el género y la cantidad de prima pagada, teniendo en cuenta  la expectativa de vida del sujeto y un rendimiento anual estimado entre el 1% y el 1,5% para su prima. 

Se contratan en la amplia mayoría de aseguradoras y bancos habituales, y solo hay que hacer una simple búsqueda en internet para encontrar múltiples ofertas y alternativas para este producto financiero. Eso sí, ten en cuenta que este tipo de productos financieros se adaptan a las características del solicitante, por lo que los tipos de interés, cantidades y demás elementos de la operación se determinarán tras un estudio realizado por la entidad.

Tipos de rentas vitalicias 

Existen diversas modalidades de rentas vitalicias que se ajustan a diferentes necesidades y preferencias:

  • Capital cedido: El ahorrador se compromete a mantener el seguro hasta el fallecimiento, y en caso de muerte no se recupera el dinero invertido. Sin se percibirá la renta vitalicia hasta el fallecimiento. Esta modalidad ofrece rentas más altas debido a su falta de liquidez.
  • Rentas constantes o capital reservado: Permite la cancelación del seguro y, en caso de fallecimiento, los beneficiarios reciben la prima aportada. La renta vitalicia obtenida es menor que en el tipo anterior.
  • Modalidad mixta: Combina características de los dos tipos de renta vitalicia, permitiendo rescatar parte del capital a valor de mercado y estableciendo un porcentaje de recuperación para los beneficiarios que disminuye con el tiempo.

La elección entre rentas inmediatas o diferidas dependerá de cuándo el contratante desee empezar a recibir los pagos, lo que influirá en la cantidad de los mismos por la generación de rendimientos.

Las rentas vitalicias ofrecen varias ventajas, siendo quizás la más importante su seguridad como fuente de ingresos constante y predecible en el futuro, ofreciendo además una serie de beneficios fiscales significativos. La fiscalidad de las rentas vitalicias es más favorable en comparación con otros productos de inversión, tributando solo un pequeño porcentaje del total recibido, el cual disminuye conforme aumenta la edad de contratación, ya que ese capital tributa como renta del ahorro y rendimiento de capital mobiliario en el IRPF.

Planificando la jubilación y más allá

Para aquellos que estén pensando en contratar una renta vitalicia como una opción para su planificación financiera de la jubilación, es crucial una cuidadosa deliberación y, preferiblemente, la consulta con un asesor financiero. Este profesional puede proporcionar una visión clara sobre cómo integrar este producto dentro de una estrategia financiera más amplia, considerando aspectos como la expectativa de vida, necesidades de liquidez futuras y objetivos de legado.

Además se trata de un producto financiero que presenta la posibilidad de ser heredable, permitiendo incluso recuperar la inversión en el futuro tras el fallecimiento de titular. De esta forma puede ser un producto financiero útil para planificar nuestra herencia.

Por otra parte, aunque las rentas vitalicias son productos diseñados para ofrecer seguridad financiera, no están exentas de desventajas. La principal preocupación radica en la posibilidad de no recuperar la totalidad del capital invertido, especialmente en modalidades donde la liquidez es limitada. Además, la rentabilidad ofrecida suele ser modesta, reflejando el perfil conservador del producto.