Hacer la declaración de la renta en el caso de ser padres separados es un proceso que puede complicarse debido a varios errores comunes, especialmente relacionados con la gestión de las deducciones y beneficios fiscales aplicables en estas circunstancias. Estos errores no solo pueden llegar a afectar el resultado de la declaración, sino que también pueden conllevar sanciones o requerimientos adicionales por parte de la Agencia Tributaria.
Es muy importante que los padres separados comprendan las implicaciones fiscales de su estado civil y sepan cómo administrar correctamente las asignaciones por hijos, pensiones de alimentos y pensiones compensatorias para evitar estos errores.
Un punto común de confusión que provoca errores al hacer la declaración de la renta es el referido a la asignación de deducciones por hijos. La ley establece que solo uno de los padres puede aplicar estas deducciones, basándose en la custodia de los hijos. En el caso de custodia compartida, es necesario que los padres lleguen a un acuerdo sobre quién aplicará la deducción en su declaración. Este acuerdo es crucial, ya que la duplicidad en las reclamaciones puede alertar a la Agencia Tributaria y provocar revisiones o auditorías.
Este caso se aplica a menores de 18 años o mayores de edad incapacitados judicialmente. Sin embargo, si son menores de 25 años o tienen alguna discapacidad, deben convivir o depender económicamente del contribuyente, no obtener rentas superiores a 8.000 euros y no presentar la declaración con renta superior a 1.800 euros, para poder incluirse en el IRPF conjunto.
Otro punto crítico es el tratamiento fiscal de las pensiones de alimentos y compensatorias. La pensión de alimentos, destinada a la manutención de los hijos, no se considera un ingreso para el progenitor que lo recibe y, por lo tanto, no debe incluirse en su declaración de renta. Sin embargo, el progenitor que paga la pensión puede deducir el montante total en su declaración, lo que reduce su base imponible. Es importante que esta deducción se declare correctamente para evitar discrepancias con la Agencia Tributaria.
La deducción por vivienda habitual representa otro tema complicado para los padres separados, especialmente cuando ambos contribuyen al pago de una hipoteca de una vivienda adquirida antes de 2013. Aunque uno de los cónyuges no resida en la propiedad, ambos pueden seguir aplicando la deducción en proporción a sus aportaciones. En el caso de venta de la propiedad, el tratamiento de cualquier ganancia patrimonial depende de si se reinvierte en una nueva vivienda habitual. Estos aspectos deben gestionarse cuidadosamente para asegurar el cumplimiento fiscal y optimizar los beneficios fiscales disponibles.
En cualquier caso, es cierto que se trata de una serie de situaciones complejas y muy concretas las que se encuentran los padres separados a la hora de hacer la declaración de la renta. Por eso es importante que en caso de no ser expertos, o tener dudas, es altamente recomendable que se acuda a una asesoría de profesionales en derecho fiscal y de familia. Un asesor fiscal puede proporcionar orientación personalizada, asegurando que se aprovechen todas las deducciones y beneficios fiscales aplicables, al tiempo que se evitan errores que podrían resultar en sanciones o pagos adicionales.
La declaración de la renta para padres separados requiere una atención cuidadosa a detalles específicos relacionados con la custodia de los hijos, las pensiones de alimentos y compensatorias, y las deducciones por vivienda habitual, entre otros aspectos. La comprensión de estas áreas y la colaboración entre los padres, junto con la asesoría profesional, son clave para una declaración de renta exitosa y libre de errores.