El índice del alquiler llega a Barcelona, pero no a Madrid: las renovaciones y nuevos contratos no podrán aumentar el precio

El precio del alquiler en 140 municipios catalanes ya tiene tope. Les ponemos unos ejemplos. Una vivienda en Barcelona y en zona tensionada tiene que costar entre 667 y 904 euros. Hasta ahora, se anunciaba con un precio de salida de más de 2.000 euros. 

En otras comunidades, como la Comunidad de Madrid, que de momento no aplica la ley, encontramos un piso por el que no se podía pagar más de 638 euros y lo alquilan por 1.100. Situaciones que causan gran indignación.

Diana Virgós nos muestra su piso de Barcelona (paga 562 euros mensuales por 39 metros cuadrados): "Es un bajo de 39 metros cuadrados útiles. Es un piso muy básico". Hasta ayer jueves, vivía agobiada por la menaza de una subida de 562 euros a 770. "Que firme ya (me decían de un fondo buitre)", explica.

Pero, con la nueva ley del índice del alquiler, publicada en el BOE este viernes y que entra en vigor este sábado, sonríe, porque ninguna renovación o contrato nuevo puede ser de mayor precio que el anterior: "Puedo vivir a medio y largo plazo, tener un proyecto de vida".

El índice también obligará a los grandes tenedores a bajar las rentas, de media, un 20%. "Cuando este precio esté por encima del índice y el arrendador sea un gran tenedor, tendrá que bajar el precio hasta el índice", explica Enric Aragonès, portavoz del Sindicato de Inquilinos de Cataluña.

El 85% de las viviendas tendrían que rebajar, al menos, 167 euros de media, pero hay provincias donde los descensos serían de hasta; 758 euros, en Madrid; 469, en Barcelona; o 406, en Valencia. "La ley es una herramienta para que los inquilinos tengamos más fuerza", precisa Aragonès. De momento, solo Cataluña impondrá un límite a la vivienda.

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