Este jueves se ha confirmado que la inflación en febrero se quedó en el 2,8% por el bajo precio de la electricidad y una mayor estabilidad en los precios de alimentos. Pero el aceite sigue disparado. Aumentó casi un 70% en un año. Es un producto de lujo y cada vez más tentador para los ladrones. La Guardia Civil ha hecho balance: robaron más de 530.000 litros en grandes explotaciones en la última temporada. Una cifra muy alta, pero un 30% menos que en la anterior.
El aceite es el botín de oro para los delincuentes que convierten los campos de Andalucía en su zona de actuación. Dos millones de hectáreas cubiertas de olivos en los que crece un fruto, las aceitunas, que se ha revalorizado: "La sequía ha propiciado que el producto sea más caro y, por lo tanto, que sea más atractivo de cara a los delincuentes", ha indicado Pedro Fernández, delegado del Gobierno en la comunidad autónoma.
Esta temporada se han robado más de 500 toneladas de aceitunas. El 43% de esos robos se han producido en la provincia de Jaén y, pese a todo, este año la cantidad de aceituna robada ha descendido un 32% debido a la presión policial. Una vigilancia de 7.000 agentes que ha hecho que los delincuentes busquen otras comunidades en las que cosechar sus actos delictivos.
"Están tratando de introducirlos en las comunidades autónomas más próximas, como son Extremadura o Castilla-La Mancha", ha explicado Luis Ortega, general de la Guardia Civil. Con drones y cámaras de visión nocturna han pillado a los ladrones y detenido a 48 personas.
Y se insiste en la importancia del Documento de Acompañamiento al Transporte "para que se controle perfectamente la cadena desde que está en el árbol el producto hasta que llega a la almazara y se transforma en aceite", detalla Ortega. También ayuda a esclarecer los robos. De hecho, casi la mitad del producto sustraído se ha podido recuperar.
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