Con el cambio climático que estamos sufriendo, contra el que tenemos que luchar, y dada la situación económica actual, nos vemos obligados a modificar muchos de nuestros hábitos de vida y también, por supuesto, a plantear retos para el futuro.
Esto lo saben bien los jóvenes que tienen muy interiorizada la 'cultura del compartir', desde traslados en coche a objetos del día a día que, muchas veces, no son necesarios comprar. Es lo que hacen en las 'cosotecas', una librería de cosas donde por un módico precio se comparten, por ejemplo, herramientas o tiendas de campaña.
Como la vivienda es también un quebradero de cabeza para los jóvenes, en algunas cooperativas han creado espacios comunes para hacer un uso de los electrodomésticos. En lugar de tener 25 lavadoras, una para cada vecino, solo tienen siete para todos. Se trata de un prototipo de comunidad en la que los residentes están conectados con una aplicación móvil.