Industria, comercio, transporte y hostelería ganan protagonismo en la economía española
En 2022 el peso conjunto del comercio, la hostelería y el transporte alcanzó el 21,9% del total de la economía, su máximo desde 1997
El sector industrial alcanza su mayor importancia desde 2008
La construcción es el sector que más influencia ha perdido, hasta un peso mínimo histórico del 4,9%
La pandemia provocó una transformación nunca vista en la estructura de la economía española durante 2020. Pero desde entonces, los distintos sectores han evolucionado de una forma muy dispar, dejando como resultado una composición totalmente distinta a la que se originó con la crisis del covid.
Los datos de Contabilidad Nacional del año 2022 que publicó el INE el pasado lunes revelan que ha surgido una nueva composición de la economía, donde algunas actividades del sector servicios y la industria han disparado su protagonismo.
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Así, el peso del sector servicios sobre el Producto Interior Bruto (PIB) alcanzó el 67,9% el año pasado, recuperando el bache de 2021 hasta situarse cerca de los niveles de 2020 y 2019.
No obstante, si se analizan en detalle las actividades que componen este sector aparecen como claros ganadores el comercio, el transporte y la hostelería.
Estas tres actividades fueron de las más castigadas durante la pandemia. Primero por el confinamiento, que implicó el cierre de tiendas, bares y restaurantes. Y poco después por las restricciones en los viajes y sus efectos.
A ello se unión un tercer factor. Las familias decidieron apostar fuerte por el ahorro y frenar como nunca su gasto ante las numerosas incertidumbres que se vislumbraban en el horizonte económico.
Como resultado, en 2020 estos tres sectores pasaron a suponer el 18,1% del PIB, el mínimo desde el inicio de la serie histórica del INE, en 1995.
Pero el año pasado, una vez alejado el fantasma de la pandemia, la confianza volvió a los hogares. Y, a pesar de las fuertes subidas de precios en energía y alimentación, las familias decidieron consumir con alegría, incluso tirando de ahorros, para disfrutar de nuevo de placeres cotidianos como salir a tomar un aperitivo o ir de compras.
Y de qué manera. En 2022 el peso conjunto del comercio, la hostelería y el transporte alcanzó el 21,9% del total de la economía, su máximo desde 1997.
Servicios perdiendo terreno
Dentro del sector servicios, sin embargo, no todas las actividades han evolucionado de la misma manera en los últimos años.
La Administración Pública, la sanidad y la educación elevaron su peso en la estructura económica española en 2020 hasta el 18,8%, el mayor nivel desde que comenzó la serie. Sin embargo, desde entonces su importancia ha caído. Y en 2022 bajó hasta el 16,2%, su mínimo desde 2008.
Otra actividad que ha perdido terreno es la inmobiliaria. En 2020 llegó a representar el 11,4% del PIB, su valor más alto en seis años. Pero solo dos años después su peso ha caído hasta el 10,4%, el menor en 12 años.
La industria sigue recuperando
El valor añadido bruto de la industria supuso el 15,9% del total de la economía el año pasado, su peso máximo desde 2008.
Este sector fue, junto con la agricultura, el único que ganó importancia durante la pandemia. Pero ha seguido aumentando su protagonismo hasta unos niveles que no se alcanzaban desde antes de la crisis financiera.
La agricultura cede
Entre los grandes sectores que han perdido protagonismo dentro de la estructura de la economía española figura la agricultura.
Si durante el año de inicio de la pandemia su valor añadido bruto llegó a representar el 3,1% del PIB – su nivel máximo en 17 años–, en 2022 apenas representó el 2,3% –su mínimo desde 2009–.
Pero, sin duda, el gran perdedor en estos últimos años es el sector constructor. Antes de que comenzara la crisis financiera de 2009 representaba cerca del 11% del PIB de España.
Desde entonces ha mantenido una clara tendencia a la baja hasta fijar en 2022 su mínimo histórico. Nunca había supuesto menos del 5% del total de la economía. Pero el año pasado apenas alcanzó el 4,9%.
Y ello a pesar de que el INE ha revisado al alza en dos puntos el valor añadido de este sector como consecuencia de unos incrementos de su producción y de sus consumos intermedios mayores que los estimados previamente.
En el año 2020 y tras 10 meses y medio de pandemia la economía española sufrió una transformación inédita en su estructura. Dos años después, los sectores se han reordenado, dibujando un nuevo mapa económico muy diferente al que provocó el coronavirus.
Como hemos visto, industria, comercio, transporte y hostelería han ganado protagonismo dentro del esquema económico nacional, en detrimento de la agricultura y la construcción.
Veremos como evoluciona esta distribución en el futuro. Dependiendo de ello la economía se podría potenciar, si las actividades más productivas ganan peso, o dirigirse hacia un modelo diferente, si las que ganan importancia relativa son las actividades que aportan menor valor añadido.