Si están cerca de las zonas de costa y han ido a hacer la compra, seguro que lo habrán notado. La llegada de visitantes en las fechas veraniegas hace disparar aún más los precios. Y es que ya de por sí estamos en la temporada estival más cara conocida hasta el momento.
Cuanto más turismo hay, más subida. Y eso se nota hasta en los alimentos básicos. Comprar en un supermercado a pie de playa le sale más caro a nuestro bolsillo que si lo hacemos en otro más alejado de la costa. Visitantes que indirectamente encarecen el producto que todos los consumidores terminan pagando.