Los datos en los que se basa esta noticia fueron rectificados por el Banco de España al detectar un fallo en el envío de la información. La noticia correcta sobre las renegociaciones del crédito hipotecario en abril se puede encontrar aquí.
La subida de los tipos de interés y su traslado total todavía pendiente en muchas hipotecas a tipo variable ha provocado un movimiento nunca visto en el mercado español. En abril el volumen de renegociaciones de préstamos ligados a la vivienda se disparó y alcanzó su máximo histórico. En total se renegociaron 2.503 millones de este tipo de crédito, una cifra jamás registrada en un solo mes y que supone multiplicar por diecisiete el volumen de cambios que se registraban hace tan solo un año.
Las renegociaciones suponen cambios en el plazo, tipo de interés aplicado o pasar la hipoteca de tipo variable a tipo fijo. El enorme repunte de estos cambios se produce en un contexto de encarecimiento del precio del dinero en la zona euro como no se había visto nunca. Como reflejo de esta política monetaria para luchar contra la inflación, el euríbor, índice de referencia de las hipotecas a tipo variable, ha pasado del terreno negativo al 3,86% al cierre de mayo, su nivel más alto desde el año 2008.
El Banco de España alertaba hace dos meses que todavía quedaba pendiente de trasladar aproximadamente la mitad de la subida de tipos a las hipotecas a tipo variable. Las revisiones en muchos casos son anuales, así que los hogares a los que les subió ya la letra en otoño del año pasado todavía tienen pendiente mayor recorrido al alza en el próximo cálculo --el euríbor ha seguido subiendo desde entonces--. Las previsiones de muchos analistas sitúan este índice en el 4% en algún momento de este año para luego iniciar un ligero descenso de cara a 2024.
Muchas familias están tratando de anticiparse a esta nueva subida cambiando las condiciones de su hipoteca. Como se observa en el gráfico, el repunte es histórico desde que se comenzó esta estadística en el año 2015.
En abril de 2016 se renegociaron 2.254 millones de créditos ligados a la vivienda. El último dato disponible ha superado los 2.500 millones. Supone que solo en el mes de abril se han renegociado más hipotecas que en todo el año 2022 en su conjunto. En el acumulado de los cuatro primeros meses de 2023 se han cambiado las condiciones de 3.500 millones de euros de hipotecas.
En los últimos meses las entidades han aumentado su oferta de hipotecas a tipo mixto: ofrecen unos años con una cuota fija para evitar las actuales turbulencias que introduce la política monetaria, y luego se convierten en un préstamo variable.
El tipo medio de interés aplicado a estas renegociaciones de las hipotecas bajó ligeramente en abril respecto al mes de marzo. La tasa fue del 3,29% frente a casi el 3,5% de marzo. Aun así, estamos en niveles muy elevados desde que se tienen datos de estas renegociaciones hace ocho años.
Las cantidades renegociadas suponen un porcentaje muy pequeño (ronda el 0,7%) del total del crédito ligado a la compra de una vivienda --cerca de 500.000 millones de euros --. Aunque la demanda de las familias se ha reducido, el mercado sigue sumando operaciones todos los meses. Sin embargo, estas nuevas hipotecas no son suficientes para compensar el número de créditos que terminan de pagarse o se amortizan anticipadamente. Es decir, la deuda hipotecaria acumulada por todos los hogares se sigue reduciendo conforme avanzan los meses.
La semana que viene el Banco Central Europeo (BCE) volverá a tomar una decisión sobre los tipos de interés en la zona euro, actualmente en el 3,75%. La última subida de mayo fue la más moderada de todo el ciclo de nuevas alzas iniciado en julio de 2022. El BCE insiste en que el recorrido al alza no está agotado. "Estamos empezando a ver el impacto de nuestra política, sobre todo en el endurecimiento del crédito", reconocía Christine Lagarde este lunes en el Parlamento Europeo. "No obstante, no hay pruebas claras de que la inflación subyacente haya tocado techo".
La presidenta del BCE ha insistido en que las decisiones futuras de la institución "garantizarán que los tipos de interés oficiales se sitúen en niveles suficientemente restrictivos" para lograr un retorno oportuno de la inflación a su objetivo a medio plazo del 2% y hacer que se mantengan en esos niveles "durante el tiempo que sea necesario".
En el lado del pago de intereses al ahorro, la banca española sigue demorando el traslado de la nueva política de tipos del BCE. La remuneración a los depósitos sigue rezagada respecto a la mayoría de los países de la zona euro. Las entidades en Italia o Francia pagan ya el doble que los bancos españoles a los depósitos con un plazo de vencimiento acordado.
La media de intereses en el caso de España estaba en el 1,4% en el mes de abril frente al 2,27% de la zona euro o de casi el 3% en el caso de Italia o Francia. La explicación del propio sector de este retraso es la abundancia de liquidez. El próximo día 28 de junio las entidades europeas devuelven al BCE 549.000 millones de liquidez y quizá esa fecha marque un antes y un después en la oferta española.
La diferencia entre los intereses que aplican a los créditos en general y lo que pagan por los ahorros de sus clientes generó unos ingresos adicionales de 2.000 millones de euros a los principales bancos españoles en el primer trimestre del año.