Manuel es un agricultor de Motril, en Granada que se ha plantado ante el hundimiento del precio de las sandía por lo que él considera que es una invasión de esta cucurbitácea procedente de otros mercados como Marruecos o Senegal. Ante la imposibilidad de vender su cosecha, Manuel ha decidido regalar 100.000 kilos de este producto para evitar tirarla.
Su anuncio no ha necesitado de mucha publicidad, en pocos días, todos aquellos que se han acercado a su nave se han llevado el 80 por ciento de su producción. Son más de 80.000 kilos de sandías que han salido en carritos de la compra, maleteros de coche o incluso en camiones.
Manuel protesta por lo que considera un despropósito ya que dos de cada tres sandías que se consumen en España provienen de Marruecos y Senegal. También protesta por que las grandes distribuidoras españolas prefieran comprar las sandías africanas por debajo del precio de producción en España, pero, al mismo tiempo, ponen a la venta este producto como su fuera de origen nacional.
Manuel no es el único que tiene problemas para sacar rentabilidad a su cosecha. Su hijo, cuenta, ha cogido casi 70.000 kilos de pepino por debajo de costa de producción.