La amenaza de la sequía: menos de una quinta parte de las tierras de cultivo está asegurada contra sus efectos
El sistema de seguros agrario establece que la cobertura de sequía se limite a las producciones de secano
Apenas 3,3 millones de hectáreas están protegidas por el seguro agrario contra la sequía
La sequía, junto con los golpes de calor y la no nascencia, fue la responsable de cuatro de cada diez siniestros agrícolas registrados el pasado año
Algo más de 16,8 millones de hectáreas, un tercio de la superficie de España, conformaban el pasado año el terreno cultivable en nuestro país. De todas ellas, apenas 3,3 millones cuentan con cobertura del seguro agrario frente a la sequía, según los datos ofrecidos por Agroseguro. Es decir, la superficie cultivable que está protegida ante los efectos de esta situación climática no llega ni al 20% del total.
La falta de agua, que ya ha impedido el crecimiento de buena parte de las producciones de secano y que amenaza con restringir de forma importante el riego en las de regadío, se ha convertido en una gran amenaza para el sector agrario.
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“Hay que trabajar en conseguir un seguro para el 100% del campo español para situaciones catastróficas como las que afrontaremos este año. Necesitemos una herramienta que sea realmente eficaz y asequible para todos los productores. Hay que hacer un esfuerzo para conseguirlo porque estas situaciones cada vez se van a producir más a menudo”, reclama Pedro García, responsable estatal de COAG de seguros agrarios.
Los datos le dan la razón. Según Agroseguro, la entidad que agrupa a las 17 gestoras de comercializan el seguro agrario con idénticas condiciones, los episodios de sequía son cada vez más recurrentes en nuestro país. Con el cambio de siglo se producían cada siete o diez años (1995, 2005, 2012) y desde entonces han pasado a repetirse con plazos mucho más cortos (2017, 2019, 2022, 2023). Así, de los siete últimos ejercicios, en cuatro se han registrado estos problemas de falta de lluvia.
¿Qué cultivos están protegidos?
El seguro agrario protege de la sequía en esta campaña 2,7 millones de hectáreas de los llamados cultivos herbáceos, en su mayoría cereales de invierno, leguminosas, colza, girasol. En total, suponen 1.743 millones de capital asegurado en 113.000 pólizas.
A pesar de que la superficie asegurada es la misma que el pasado año, el capital ha crecido casi un 13% por la revisión de los precios de aseguramiento que ha realizado el Ministerio de Agricultura para ajustarlos a la realidad de mercado.
A estos cultivos hay que sumar también el medio millón de hectáreas adicional correspondientes a cultivos de viñedo de secano, cultivos forrajeros (como maíz y alfalfa), olivar, almendro, avellano y remolacha. Estas suman cerca de 1.000 millones de euros más de capital, principalmente por la uva de vino, muy valiosa y que cuenta con seguros elevados.
¿A cuánto ascenderán las indemnizaciones por la sequía este año?
Aunque la mayor parte de los agricultores ya están constatando como lo sembrado no está saliendo adelante, será cuando llegue el momento habitual de cosechar las producciones cuando los peritos evalúen los daños y cifren las indemnizaciones. Las recogidas más tempranas se realizan en Andalucía, Castilla La Mancha o Cataluña, y se inician a finales del mes de mayo.
El pasado año, Agroseguro pagó 117 millones de euros a los productores asegurados por siniestros de sequía en 1,28 millones de hectáreas, de los que 90 millones correspondieron a productores de cultivos herbáceos. Según la entidad, el plazo medio de pago tras la tasación definitiva de un siniestro agrícola fue de 25 días.
¿La sequía es el daño más habitual en las cosechas?
A diferencia de lo que ha ocurrido este año, en 2022 sí se produjeron lluvias puntuales en marzo y abril que sirvieron para amortiguar un poco el impacto de la falta de agua en la agricultura. A pesar de esto, cuatro de cada diez siniestros agrarios registrados tuvieron que ver con la sequía, con golpes de calor o con la no nascencia (la no germinación de la planta). Casi el 19% se debieron a los efectos del pedrisco y un 11% a las heladas.
Además, 2022 superó el récord de indemnizaciones abonadas en el sector agrario, con 769 millones de euros. Hasta entonces la cifra más elevada se había pagado coincidiendo con la grave sequía del año 2012, en el que se llegaron a abonar 732. De ellos, 210 millones de euros correspondieron a los productores asegurados por siniestros de sequía. En 2017 fueron 190 millones y en 2019 ascendieron a 92 millones.
¿Y los productores de regadío?
Las condiciones de los seguros del sistema español de Seguros Agrario establecen que la cobertura de sequía es para cultivos de secano. Las líneas de seguros que contratan los productores de regadío excluyen, con carácter general, los daños producidos por la sequía.
Así que, las pérdidas que registren por restricciones en el riego que impidan sembrar o sacar adelante las cosechas solo podrán compensarse, estima Andrés Góngora, responsable del sector hortofrutícola en COAG, con ayudas directas por parte de las Administraciones y con apoyo financiero para afrontar las deudas provocadas por los costes de la campaña.
“Cuando en un año como este se vea que hay que poner presupuesto extraordinario, quizá se empiecen a plantear las situaciones especiales del regadío”, lamenta Pedro García, que reclama la creación de un seguro básico, “casi obligatorio, como el de los coches” para todas las producciones. "Lo que la Administración acabará ofreciendo serán préstamos y bonificaciones, y eso no es lo que va a ayudar a los agricultores”.
En este sentido, el Congreso aprobó el pasado diciembre el proyecto de ley de gestión de la Política Agraria Común (PAC), en el que se establecía que el Ministerio de Agricultura estudiará incorporar al Plan de Seguros Agrarios Combinados una nueva línea que cubra la sequía en las superficies de regadío. Esta serviría para indemnizar las pérdidas producidas por pérdidas de rendimiento que sean atribuibles a un menor riego del que no sea responsable el asegurado.
¿Qué dice el seguro agrario del cambio climático?
Los datos de Agroseguro reflejan el incremento de la siniestralidad relacionada con los fenómenos climatológicos en los últimos años; y no solo en lo que respecta a la sequía. Desde la entidad señalan como las tormentas de pedrisco son cada vez más frecuentes (el pasado año hubo, al menos, una todos los días) y sus efectos se dejan sentir en zonas cada vez más amplias.
Pero también las heladas (en abril de 2022 una destrozó casi toda la fruta del valle del Ebro ), las danas, las borrascas marítimas o episodios como la tormenta Filomena, que rompió numerosísimos cultivos leñosos, están detrás del incremento de las contrataciones del seguro agrario que lleva ocho años consecutivos marcando récord de capital asegurado.