La gran moderación salarial: España es el sexto país de la UE donde menos subieron los sueldos en 2022
Los salarios en la zona euro subieron un 4,4% en 2022, lo mismo que en Alemania. En España, un 3%
Solo cinco países de la UE registran subidas salariales inferiores a la de España a cierre de 2022
Los costes laborales por hora en nuestro país continúan por debajo de la media de la UE
El año 2022 se recordará por la guerra en Ucrania y sus derivadas, pero también por el año de la gran moderación salarial. A pesar de registrar una inflación como no se veía en décadas, los salarios crecieron solo un 3% en España, según las cifras de la oficina estadística europea Eurostat. Se trata de una de las subidas más contenidas de toda la UE. Solo cinco países registraron una revalorización inferior: Suecia, Dinamarca, Finlandia, Malta e Italia. Eso teniendo en cuenta que la inflación media de 2022 se situó en el 8,4%, aunque el IPC consiguió cerrar diciembre con la tasa más baja de la UE, en el 5,5%.
Los datos más recientes sobre cómo marcha la cuestión salarial en nuestro país apuntan a un ligero repunte: los nuevos convenios colectivos se pactan con subidas ya del 4,8%. La previsión es que los salarios sigan tratando de recuperar parte del poder adquisitivo perdido por culpa de la subida de los precios. La autoridad fiscal independiente (AIReF) cree que en 2023 el incremento salarial podría superar el 4%.
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En pleno debate sobre si la inflación viene ahora alimentada por la subida de los márgenes empresariales o el aumento de la demanda, parece que en muchos países europeos el componente salarial ha jugado un papel discreto. En la zona euro los sueldos subieron un 4% el año pasado y en la Unión Europa, un 4,4%. En el otro lado de la tabla vemos las subidas por encima del 10% en el caso de Bulgaria, Lituania y Rumanía. Estos tres países cerraron el año pasado con tasas de inflación por encima de la media.
En cuanto a la evolución del indicador de coste laboral, nuestro país se sigue situando por debajo de la media de europea: 23,5 euros la hora frente a los 34,3 de la zona euro. En Bulgaria y Rumanía, a pesar de ser dos de los países con mayor subida salarial en 2022, estos costes siguen sin superar los 10 euros la hora.
Este dato es el que suele utilizar el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para argumentar que el problema de España no son los costes laborales --porque están por debajo de la media de la UE--. Es decir, que había margen para aumentar estos costes sin generar una gran hecatombe.
La patronal CEOE ha sido muy crítica con la última parte de la reforma de las pensiones --que incluye una subida de las cotizaciones sociales que pagan-- y también se desmarcó del último acuerdo para subir el salario mínimo hasta los 1.075 euros mensuales. Lo que no cuenta Escrivá es que en España, a diferencia de otras grandes economías europeas, las cotizaciones sociales recaen en mayor proporción en la empresa que en el trabajador.
Negociaciones salariales estancadas
Los sindicatos llevan meses repitiendo que los salarios no son el problema en el actual contexto inflacionista -- los temidos efectos de segunda ronda no han aparecido--. La pérdida de poder adquisitivo de los hogares provocada por este desfase entre IPC y los salarios se sitúa en niveles incluso superiores a los que generó la devaluación salarial tras la crisis financiera. Sería lógico esperar que los trabajadores trataran de cerrar esa brecha parcialmente en las próximas negociaciones de convenios colectivos. Al menos eso es lo que ha ocurrido en episodios inflacionistas del pasado.
Hace casi un año que el acuerdo marco entre sindicatos y patronal para guiar de alguna manera estas relaciones están en un punto muerto. Oficialmente se rompieron en mayo de 2022. Ya entonces el lema elegido para el día del trabajador estaba relacionado con esta problemática: 'La Solución. Subir salarios, contener precios, más igualdad'. Para la manifestación de este próximo 1 de mayo se ha optado por lo mismo pero con algún matiz diferente: 'Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios'.
En la actualidad las negociaciones ya no están rotas. Ha habido contactos en los últimos meses y la última reunión formal entre sindicatos y CEOE tuvo lugar el 22 de marzo. Nada más. Tanto UGT como CCOO tienen pocas esperanzas de conseguir pactar algo. Sus secretarios generales han advertido a la patronal de que las movilizaciones irán en aumento en la segunda parte del año si no hay avances en este terreno, aunque descartan una huelga general, ya que hay sectores en los que sí se están consiguiendo subidas salariales.
Lo de la confrontación entre trabajadores y empresas por la cuestión salarial también es algo de lo que se lleva hablando desde hace tiempo. Sin embargo, no parece que la conflictividad laboral haya escalado de manera muy notable. "Salario o conflicto", decían los sindicatos. De momento, solo un poquito de los dos.