Los consumidores eléctricos con contratos vinculados a la tarifa PVPC, el llamado mercado regulado, fueron los que sufrieron más directamente el incremento de los precios de la luz, que arrancó a mediados de 2021 por la subida del gas y que se intensificó durante el pasado año con la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania.
Esta tendencia alcista hizo que muchos usuarios se decidieran a abandonar esos contratos, que históricamente permitían obtener precios más bajos, y se pasaran al mercado libre, en el que las tarifas fijas a largo plazo ofrecían mayor estabilidad.
En los primeros meses de 2023, con el abaratamiento de los precios de la electricidad que se ah producido gracias al fuerte impulso de las renovables y a la bajada del precio del gas, muchos hogares hacen ya cuentas para calcular si merece la pena volver al mercado regulado.
La respuesta corta es que, actualmente, sí. “Los precios medios ponderados en el PVPC se habrían situado casi en los 0,14 euros el kilovatio hora en enero; en febrero subieron hasta los 0,20 y en marzo volvieron a bajar hasta los 0,159 euros/KWh. Este mes se ha registrado un bajón importante y el kilovatio/hora no llega ni a los 13 céntimos. La media de los cuatro meses marca un precio de 0,158 céntimos, ligerísimamente inferior a la mejor oferta del mercado”, calcula Francisco Valverde, experto en energía y asesor de Menta Energías.
Eso quiere decir, explica, que quien estuviera en PVPC desde comienzos de enero está pagando algo menos, aunque muy justo, que la oferta más barata que actualmente incluye el comparador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CMNC). Esta corresponde a BonPreu, con una oferta de un precio fijo de 0,1599 euros/KWh durante un año. Los ahorros serán mayores en el mercado regulado frente a otras tarifas más elevadas que esta que aparecen en el mercado libre.
En el mercado regulado, el precio de la electricidad varía cada día y cada hora dependiendo de la demanda y del origen de la energía con la que se cubre esa demanda. Así que quienes tengan contratos de PVPC podrán obtener precios más económicos en su factura si están atentos a programar sus consumos (lavadoras, plancha, lavavajillas, recarga de coche eléctrico...) en las horas que marquen los precios más bajos.
“Si el consumidor está dispuesto a aprender, a estar pendiente y a reaccionar conforme a los precios que se establezcan, el mercado regulado le va a salir a cuenta. Si se trata de un consumidor que no desea estar pendiente de cuáles son los tramos horarios que ofrecen mejores precios, como la inmensa mayoría de la gente, la diferencia entre el mercado regulado y el libre está ahora bastante igualada, siendo la primera ligeramente más económica" señala Valverde.
A pesar de la fuerte bajada que han registrado los precios del mercado regulado en los últimos meses, los expertos recuerdan que se mantiene la incertidumbre sobre lo que puede pasar de ahora en adelante, porque seguimos moviéndonos en un entorno de alta volatilidad.
El abaratamiento de la electricidad que se está produciendo se debe a que se está incorporando al sistema mucha energía de origen renovable (mucho más barata que la de origen fósil como el gas –que, a su vez, también se ha abaratado mucho), y a que el peso del autoconsumo va creciendo y provoca reducciones de la demanda (cuanto menor es la demanda, más bajos son los precios).
“Como se sigue añadiendo mucha energía renovable, los precios deberían seguir bajando. Pero desde este momento del año, la energía eólica, que junto con la solar es la que consigue estos precios bajos, irá disminuyendo mes a mes hasta que entre el otoño, y su peso en el mix irá decayendo. Es decir, en los próximos meses se va a depender sobre todo de la solar. Si se instala suficiente para contrarrestar la entrada de energía de origen fósil en el sistema, que es lo que suele pasar a partir de junio, veremos precios mantenidos. Si no, estos volverán a subir”, pronostica Valverde.
Esas subidas son las que marca ya, recuerda Selectra, el mercado de futuros para los próximos meses, impulsadas por una mayor demanda relacionada con el uso de los aires acondicionados durante el verano. Por eso, aparte de estudiar detenidamente las diferentes posibilidades, recomiendan a los consumidores revisar aspectos de los contratos como la potencia contratada o si existen obligaciones de permanencia que penalicen un eventual cambio de tarifa.
La reducción de los precios del mercado regulado ha frenado la tendencia del fuerte trasvase de clientes que se estaban cambiando al libre. Actualmente quienes están acogidos al PVPC suponen el 30% del total (8,5 millones), pero los últimos datos adelanatdos por la CNMC señalan que el número de los que optaban por abandonarlo para vincularse a un precio fijo se fue reduciendo a lo largo del pasado año. De los casi 753.000 que lo hicieron en el primer trimestre se quedaron en 242.000 en el cuarto (con reducciones progresivas también a mitad de año).
Al mismo tiempo, los clientes que deciden pasar del mercado libre al regulado, aunque sea un número significativamente menor que los anteriores, también están aumentando desde mediados de 2022. Si en el tercer trimestre esa fue la opción de 65.000 usuarios (casi como en el anterior), entre octubre y diciembre fueron más del doble, hasta 147.000.
Este cambio de tendencia señala que cada vez son menos lo que comparten la opinión del presidente de Iberdrola, Sánchez Galán, que hace casi un año aseguró que “solo los tontos están con la tarifa regulada”.