La donación de dinero está bajo la lupa de Hacienda, del mismo modo que lo hace cuando se trasfiere dinero, independientemente del motivo. Ahora bien, cuando los padres dan dinero a sus hijos sin ninguna intención comercial, se generan dudas con respecto a la legalidad de estas transferencias.
Por muy habitual que sea que los hijos reciban dinero de sus padres, ya sea para ayudar a que se independicen, para costear sus estudios o como simple regalo. En ocasiones,
puede tratarse de una donación, pero no siempre es necesario su declaración o el pago de los impuestos.
En esta entrada te aclaramos en qué supuestos este tipo de regalos pueden considerarse una donación por parte de Hacienda, lo que suponga hacer frente a ciertos tributos.
La ley no establece un límite a partir del que se esté obligado declarar las donaciones, es decir, cualquier cantidad que dones debería ser declarada, incluyendo los regalos a hijos y familiares.
Ahora bien, eso no significa que cada ingreso que reciba tu hijo en la cuenta llamaría la atención del fisco, sino a partir de ciertos movimientos bancarios.
Recuerda que las entidades bancarias están obligadas a informar a la Agencia Tributaria de los movimientos de los usuarios y solicitar una justificación. El banco debe otorgar toda la información que corresponda a Hacienda para saber de dónde viene el dinero, a dónde va a parar y cuál es el motivo, comprobando si se han pagado los tributos indicados por la norma.
Las situaciones que la Administración sí puede exigir el tributo de donaciones por parte de los padres a los hijos son las siguientes:
Si el importe es inferior, no suele haber notificación, aunque esto no es determinante para que la Agencia Tributaria no inicie una investigación, porque la operación queda igualmente registrada en el banco. Además, superar estos límites no es irregular ni conlleva ningún delito. El contribuyente simplemente debe cumplir con su obligación de tributar por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.