La hostelería sufre para encontrar mano de obra en una Semana Santa de boom turístico
El sector ya ha recuperado el nivel de empleo previo a la pandemia, pero demanda más mano de obra ante una fuerte temporada turística
Randstad calcula que el 82% de los 85.000 contratos que se generarán en Semana Santa corresponden a la hostelería
La menor tasa de actividad entre los jóvenes y el mayor deseo de conciliar reduce la oferta de trabajadores disponibles para el sector
La que puede llegar a ser la mejor Semana Santa para el sector turístico ha supuesto un reto importante para los empresarios de la hostelería: lograr reforzar las plantillas de cara a unas fiestas que suponen el arranque de la temporada y en las que se espera un importante incremento de clientes y también de facturación.
“En Semana Santa hay más demanda y se agudiza la falta de personal, sobre todo la de personal cualificado. Hay ciertos puestos que requieren formación especial, como la cocina, los camareros de sala y cuesta encontrarlos en el mercado laboral. Vamos a cifras récord y no se ve que el mercado laboral pueda cubrir las necesidades de las empresas.”, señala Juan José Blardony, director general de Hostelería Madrid.
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Esta comunidad es una de las tres, junto a Andalucía y Cataluña, que generará más contratos en este periodo vacacional. En total supondrán casi la mitad de los cerca de 85.000 contratos que se firmarán en esta campaña, según la empresa de recursos humanos Randstad, y de los que el 82% lo harán en el sector de la hostelería.
Recuperación de los trabajadores tras la pandemia
La dificultad de contratar trabajadores para bares, cafeterías, restaurantes y establecimientos de ocio es una realidad constante, señalan responsables de organizaciones empresariales, que se agrava aún más en periodos de gran demanda. En la primavera del pasado año, justo tras levantarse las restricciones asociadas al covid, los hosteleros se encontraron con la complicación de rehacer en apenas semanas unas plantillas mermadas por el efecto de la pandemia. Esta Semana Santa, dicen, esa tendencia no se ha revertido del todo.
“Con toda la hostelería cerrada los trabajadores del sector buscaron empleos en otras actividades. Mucha de esta gente no ha vuelto y tampoco hay relevo para los trabajadores que se han ido incorporando”, lamenta César Sánchez-Ballesteros, presidente de Hostelería de Pontevedra, que señala como la mayoría del sector tiene que empezar ya a hacer contrataciones y se encuentra con muchas dificultades para realizarlas.
A los abandonos como consecuencia de la crisis sanitaria se ha sumado también, advierten en el sector, la tendencia demográfica de España, que ha reducido considerablemente en los últimos 20 años el número de personas que entran en el mercado laboral.
“La hostelería era un destino muy habitual como primer empleo de los jóvenes, sobre todo de estudiantes que querían contar con ingresos extraordinarios durante la temporada turística. Ahora hay menos gente en esa circunstancia y hay alternativas laborales que antes no existían, sobre todo en la distribución de alimentación y en la logística. Esto supone mucha presión para nuestro sector, ya que pueden ofrecer unos horarios que son más atractivos que los de la hostelería”, explica Sánchez- Ballesteros. Según la Encuesta de Población Activa, a comienzos de 2002, las personas en condiciones de trabajar entre los 16 y los 29 años alcanzaban los 5,3 millones, mientras que a finales del pasado año rozaban los 3,7.
Crecimiento de la actividad hostelera
A pesar que el sector fue uno de los más golpeados por la pandemia y el que acumuló mayores restricciones a las aperturas, el crecimiento en los últimos meses ha sido importante y ya ha logrado recuperar el número de trabajadores que existía antes del covid. Los últimos datos de afiliación del mes de marzo señalan que existen 1,6 millones de cotizantes en el sector de la hostelería entre asalariados y autónomos. Son 91.000 más que en febrero de 2020.
Aun así, la demanda sigue fuerte y continúa impulsando al alza las necesidades laborales del sector, que asegura que la falta de trabajadores está suponiendo una barrera para hacer realidad el potencial crecimiento de la hostelería.
“Una de las maneras para ajustar la mano de obra es limitando la actividad a los momentos de mayor rentabilidad. Antes había una cierta tendencia en la hostelería a abrir durante todo el día o todos los días y ahora ya no es así. Se están introduciendo horarios de cierre porque no se pueden mantener las aperturas por la falta de personal”, explica el responsable de Hostelería de Madrid.
Para revertir esta situación, Blardony reclama que se incentive la llegada de trabajadores extranjeros cualificados, la inclusión de la hostelería dentro del catálogo de actividades de difícil cobertura, fomentar la movilidad laboral y apostar por la formación.
Sin embargo, los sindicatos, que no coinciden con el diagnóstico de las patronales del sector, han desmentido que falte personal para trabajar en la hostelería durante la Semana Santa y han asegurado que la escasez de mano de obra, de forma puntual, se debe a las condiciones precarias del sector.
"Personal para trabajar en la hostelería hay, pero es necesario que se le ofrezca seguridad laboral y buenas condiciones salariales y de trabajo", han advertido desde CCOO, asegurando que "lo que está ocurriendo es que las patronales hosteleras han optado por buscar mano de obra barata de otros países"
Los hoteles adelantan las contrataciones
Las complicaciones para contratar trabajadores las están sufriendo también el sector hotelero. En esta actividad buena parte de los empleados son fijos discontinuos que se incorporan todas las temporadas y un porcentaje menor es el que los establecimientos tienen que contratar para hacer frente a los periodos punta de demanda. “No está siendo fácil, no encontramos el número suficiente de personas que se necesitaría para trabajar en el sector, ni siquiera rebajando los requisitos de idiomas y formación”, asegura Nuria Montes, la secretaria general de Hosbec, la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana.
En este contexto, explica, las empresas han optado por adelantar sus políticas de recursos humanos para lograr formar plantillas importantes de fijos discontinuos, que han ido atendiendo los periodos punta de producción durante todo el invierno y que podrán enlazar con la temporada alta.
“Ya sabemos que no se puede esperar a última hora, al momento de tener confirmadas las reservas, y pensar que vas a tener trabajadores disponibles. Las empresas se han adelantado y han mejorado sus ofertas laborales, tanto la retribución como las condiciones de trabajo, reordenando turnos, compatibilizando descansos, favoreciendo la conciliación. Se está tendiendo a retener el empleo, a que no se vayan los trabajadores con lo que ya se cuenta”.
También, tras dos años muy complicados para el funcionamiento de los hoteles por la fuga de trabajadores a otras actividades, en la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT) dicen que empiezan a ver la luz. “Estamos recuperando la normalidad prepandemia, tanto para las ocupaciones de los establecimientos como para los asuntos laborales”, señala, optimista, su portavoz Xavier Guardià.
Una buena muestra es, asegura, el número de candidatos que se presentaron a las jornadas de empleo celebradas hace apenas dos semanas, de cara al arranque de la temporada con la Semana Santa. “Vinieron 2.000 personas y tenemos la sensación de que hay más sintonía y más ganas de trabajar en el sector”.
Y aunque se resiste a lanzar las campanas al vuelo, se aventura a considerar que poco a poco se está recuperando el interés por regresar a actividades relacionadas con la hostelería. “Tenemos antiguos estigmas de trabajar más horas de las que tocan y esto hoy no existe; la regulación laboral es absoluta y es exactamente igual que en otros sectores. El nuestro se vuelve a percibir como un sector más de la economía, ni mejor ni peor, y se está recuperando”.