De fuerte pendiente a cuesta moderada. Así ha cambiado la curva de ascensos del euríbor en el último mes como consecuencia de las crisis de Sillicon Valley Bank y Credit Suisse y del impacto que estas tuvieron en los mercados financieros. El pasado mes de marzo, el indicador al que están referenciadas la mayor parte de las hipotecas a tipo de variable en nuestro país cerró en el 3,647%, apenas una décima más del dato de febrero.
Este incremento es el menor que ha registrado en el último año, en el que el euríbor ha registrado el ritmo de subidas más rápido de la historia del euro. Por comparar, hay que señalar que solo en los dos primeros meses de 2023 se había incrementado medio punto.
“El euríbor ha seguido creciendo una décima con respecto al mes anterior a pesar de esas turbulencias. La crecida se ha aminorado pero continuará en los próximos meses, aunque los incrementos también pueden ser pequeños. Pero no esperamos bajadas ni a corto ni a medio plazo”, adelanta Lázaro Cubero, director de análisis de Tecnocasa.
La desaceleración de este mes de marzo se explica por las dudas de los mercados sobre la contundencia de las subidas de los tipos de interés que van a mantener los bancos centrales para luchar contra la inflación, una vez que se han atisbado las consecuencias para el sistema financiero de los rápidos incrementos.
A pesar de las turbulencias que llevaron a números rojos a las bolsas y golpearon duramente al sector bancario a mediados de mes, tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal de Estados Unidos han vuelto a incrementar el precio del dinero. Pero esta vez los discursos de los máximos responsables de ambos organismos han dejado abierta la puerta a ritmos más lentos en las subidas de los tipos durante los próximos meses.
“La pendiente que esperábamos en el euríbor, a la que todavía le quedaba un trecho pronunciado en los próximos meses, ahora vemos que cada vez va a ser menos inclinada y que nos acercamos al momento meseta”, pronostica Antonio Gallardo, responsable de estudios de la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN). No descarta que el índice acabe llegando al entorno del 3,8% o 4% a finales de la primavera, pero estima que el camino será más lento que el recorrido hasta ahora, porque los acontecimientos han puesto sobre la mesa la peligrosidad de una subida de tipos acelerada.
La quiebra de Silicon Valley Bank junto a otros bancos medianos de Estados Unidos y la compra de Credit Suisse por UBS ha provocado que el euríbor haya estado dando bandazos durante todo el mes de marzo. Si los primeros días se incrementó el ritmo de subidas hasta llegar a rozar el nivel del 4%, las caídas posteriores a los problemas bancarios le llevaron casi hasta mínimos del año diez días después, cuando descendía hasta el 3,3%.
Así que la media de marzo, el 3,647%, es más baja de lo que se podía esperar a comienzos de mes, pero supone un alivio muy leve para los hipotecados a tipo variable que tengan que hacer frente a su revisión anual de la hipoteca. Estos se enfrentan a una subida muy importante ya que el índice estaba hace un año en el -0,237%, el último mes en que estuvo en terreno negativo.
“Quienes tengan que revisar ahora tendrán que hacer frente a subidas de 198 euros por cada 100.000 euros de hipoteca. Podrían hacer sido 40 euros más si el euríbor hubiera llegado a ese nivel del 4%, pero el susto es igualmente muy importante”, señala Gallardo. Esto supone que las familias que tengan una hipoteca de 150.000 euros tendrán que pagar más de 3.500 euros extras al año.
Para las familias que no puedan asumir ese golpe y que acaben solicitando acogerse al Código de Buenas Prácticas que ha suscrito la práctica totalidad de las entidades, el experto recomienda optar por una carencia temporal para sortear los apuros.
“Lograr un cambio de hipoteca a un tipo de interés fijo es ya muy complicado para quien más lo necesita. Aún hay algunas buenas oportunidades, pero se ofrecen a aquellos que tienen, por ingresos o por patrimonio, capacidad de negociación con el banco. Por otro lado, solicitar una ampliación del plazo de la hipoteca, incluso hasta el máximo posible, no compensará la totalidad de la subida y conllevará luego un coste muy importante”.
No solo los hipotecados a tipo variable están sufriendo las consecuencias de la subida del euríbor; el aumento de los tipos de interés está impactando también en quienes están intentando acceder ahora a un préstamo y se encuentran con peores condiciones de las que había hace un año.
“Si entonces había un 80% de probabilidades de tener una hipoteca a tipo fijo, ahora esta probabilidad se sitúa en el 50%. Y hay un 25% de que sea a tipo variable y otro 25%, a tipo mixto. Además, las condiciones son más duras. Las de tipo fijo son más caras, con más vinculaciones y por menos importe. En los préstamos a tipo variable, con del 1% o 1,5%, el consumidor se encuentra con un tipo de interés superior al 4,5%”, explica Lázaro Cubero.
Esta mayor dificultad para conseguir un crédito hace que muchos potenciales compradores tengan que cambiar de planes. “Algunos se replantean el tipo de vivienda que van a adquirir y otros, directamente, ya no pueden abordar la compra”.
Como consecuencia, el mercado inmobiliario nota ya que se está produciendo una mayor negociación entre vendedores y compradores, algo que no existía hace unos meses. “La dificultad de acceder a determinados importes y a mejores condiciones en los créditos va a limitar el precio de la vivienda y va a influir en las rebajas de las viviendas que están hoy a la venta”. Ese mayor poder negociador del comprador se traduce, explica el experto, en que la rebaja del precio de la vivienda desde que sale al mercado hasta que se fija su venta esté aumentando y se sitúe actualmente en el 9%; es un punto y medio más que hace un año.