Todo el mundo sabía que la inflación iba a caer sustancialmente este mes de marzo. Al menos todos los que saben cómo se calcula el IPC. La tasa interanual, la de los últimos doce meses ha pasado del 6% al 3,3%. El movimiento estaba cantado por un motivo: sale de la comparativa uno de los peores meses que vivimos, el de marzo de 2022. A este impacto que tiene en el cálculo se le conoce como 'efecto base' o 'efecto escalón'.
Es decir, la corrección viene dada por pura composición. ¿Por qué? Porque ahora la tasa interanual de marzo compara niveles de precios elevados (los de ahora) con niveles de precios también altos (los de hace un año). La diferencia entre ambos es menor. La inflación lleva instalada con nosotros más de un año.
El siguiente gráfico sobre la evolución del IPC ilustra muy bien este efecto escalón. En marzo de 2022 los precios dieron un salto por el efecto de la invasión de Ucrania. En niveles supuso pasar de una cesta de la compra que costaba 97,9 en ese mes de 2021 a 107,6 doce meses después. Eso era una subida del 9,8%. Es como si entonces los precios hubieran subido cuatro peldaños de una escalera de golpe.
Ahora, tal y como se observa, los precios siguen ganando posiciones en esa escalera -- no hay pausas ni retrocesos-- pero las subidas son más moderadas. Ya no hay saltos. El dato de inflación de marzo responde a la siguiente pregunta: ¿Cuánto han variado los precios respecto al mismo mes del año anterior? La respuesta preliminar es ese 3,3%.
Si el escalón que vimos hace un año ya no cuenta para calcular la tasa de inflación, ¿significa que su efecto ha desaparecido? No, en absoluto. Esa zancada sigue estando ahí. Es como una carrera de relevos. Marzo de 2022 avanzó muchísimo respecto a la posición inicial de marzo de 2021. Ahora cuando hemos cogido el testigo lo hacemos desde el nivel adelantado que nos dejó el atleta marzo 2022. Y desde ahí hemos avanzado un 3,3% adicional este marzo de 2023.
Todavía faltan por ver más efectos base en los próximos datos de inflación. Al seguir comparando con niveles altos la diferencia será menor y por eso la tasa interanual seguirá en cifras mucho más moderadas.
La clave será cuando ya no quede ninguno de estos efectos escalones de los que tirar y nos midamos cuerpo a cuerpo con la nueva normalidad. Los precios entonces deberían volver a empezar a comportarse como en el pasado de manera paulatina y subir un 3,5%, un 3%, un 2,5%...
El episodio inflacionista terminará cuando volvamos a esas variaciones. Sin embargo, los niveles seguirán estando ahí. Los precios no volverán a los niveles de antes de la guerra a no ser que caigan --y eso no está previsto--. Nos habremos quedado instalados en un piso alto y superada la crisis de precios, de manera mucho más saludable seguiremos subiendo peldaños en la escalera de la inflación.