Aún con las ventas de coches cayendo el año pasado en España (un -1,7%), sí hubo un tipo de automóviles que ganaron matriculaciones: los todocamino compactos o del segmento B. Supusieron aproximadamente una cuarta parte del mercado total, acercándose mucho a las 200.000 unidades matriculadas y ganaron un 6,1% de cuota de mercado. Fue indiscutiblemente el segmento estrella de 2022.
Pues bien, de esas 196.255 unidades vendidas con esta carrocería, casi la mitad tenían un motor a gasolina (el 47,35%, un total de 92.922 coches). Es un detalle muy importante para comprobar hasta qué punto la electrificación no termina de cuajar en España. De hecho alguna marca recién llegada a nuestro país que anunció primero una gama 100% eléctrica (MG, marca china al igual que DSFK), cambió su estrategia y hoy día es una de los grandes protagonistas en el mercado español gracias a sus ventas en motores a gasolina.
Datos interesantes, máxime cuando el coche que hemos probado, el nuevo DSFK 500 llega con motores a gasolina, pero también bifuel, es decir, que pueden usar indistintamente gasolina o GLP (Gas Licuado del Petróleo). Más adelante DSFK traerá una versión híbrida enchufable del 500, con su batería y motor eléctrico. Y lo harán más que nada porque otro 22% de todocamino compactos del mercado vendidos el año pasado pertenecían a esta categoría, conformando el segundo bloque de mayores ventas del segmento. DSFK apunta, con mucha inteligencia, al mismísimo corazón del corazón del consumidor español de coches.
Y por ello hemos elegido ofrecerles esta prueba del DSF 500 ECO (bifuel), porque es muy posible que si usted quiere comprar coche este año esté pensando en un “SUV” compacto y a gasolina o bien que incluya la etiqueta ECO. Como ven, nosotros también queremos ir al centro de su corazón.
Probamos la versión bifuel del DSFK 500. Primero porque aporta la etiqueta ECO, una intersante ventaja para olvidarse de las restricciones en las Zonas de Bajas Emisiones de las ciudades de más de 50.00 habitantes. Pero también porque hacer 100 km con gas GLP cuesta 8 euros (consumo de 0,08 euros el kilómetro recorrido). Además, es un corredor de fondo, pues sumando los depósitos de gasolina (50 litros) y GLP (52 litros) podremos hacer 1.100 kilómetros sin tener que repostar.
-Mide 4,38 metros de largo (la medida de los compactos del segmento B de mayor tamaño, acercándose al segmento C), con 1,85 metros de ancho y una altura de 1,65 metros sobre una distancia entre ejes de 2,66. Esta última cota y el ancho son importantes porque ayudan a conformar un interior realmente espacioso. Pesa 1.485 kilos y su altura libre al suelo sobrepasa muy ligeramente los 19 cm, lo que le ayuda a circular por caminos, asfaltos rotos, sobre charcos, etc.
-El maletero acoge 318 litros de capacidad o 1.300 l. con los asientos traseros totalmente abatidos, una medida muy razonable para sus dimensiones. El asiento posterior se puede abatir en dos partes en proporción 60/40 para ampliar el maletero a conveniencia.
-El motor es un viejo conocido de la marca y nos atrevemos a decir que también del mercado, habiendo demostrado una alta fiabilidad. Cuenta con 106 caballos de potencia y un par de 148 Nm, cuatro cilindros en línea y 1.498 c.c. Cumple con la normativa de emisiones Euro 6.
-Su consumo oficial en ciclo combinado es de 8,3 l/100 km. Es normal el gasto superior en los motores a gas, que como decíamos se compensa claramente con el reducido precio del combustible.
-Su velocidad máxima oficial es de 165 km/h, con una aceleración en el 0 a 100 km/h de 8,9 segundos.
-Un detalle a destacar es que la marca ha contado con proveedores de componentes de reconocido prestigio, como son Bosch, Faurecia, Delphy o Continental, entre las más reconocidas.
El DSFK 500 ECO tiene filosofía de corredor de fondo. No es un coche rápido, ni al que le agraden las carreteras reviradas, pero sin embargo es un coche con virtudes muy destacadas en cuanto a comodidad y espacio interior. Se nota mucho atrás donde los pasajeros tienen 82 centímetros de espacio para piernas -es mucho- y cuentan con un piso plano (sin túnel de transmisión en medio). En cuanto al ancho de la banqueta es de 1,32 metros, lo que la convierte en una de las más grandes del segmento, si no la mayor. En cuanto a confort, por ejemplo sus asientos cuentan con un doble mullido según la zona para asegurar la firmeza y la comodidad que realmente se nota.
El motor se queda algo corto de potencia y tampoco ayuda su cambio de marchas por variador continuo (CVT), que ralentiza el empuje del motor y resulta algo lento y ruidoso. Es una combinación que permite aquilatar precio, pero que deja las sensaciones en un claro segundo plano. Sin embargo, el coche en general está bien aislado de ruidos aerodinámicos y de rodadura y cuenta con tres modos de conducción, Normal, Sport y Económico. Estos se varían con la palanca de cambios secuencial y, engranando el Sport, se percibe una cierta mejoría en las sensaciones. También la conducción en gasolina mejora las prestaciones y se dispone de un botoncito en la consola para cambiar de uno a otro combustible cuando queramos. Si no, el sistema realiza el salto de un combustible a otro cuando el depósito del que estamos utilizando se agota.
En sus suspensiones recogemos de nuevo la filosofía de coche capaz de enfrentarse a todo tipo de vías. Su altura al suelo y el tipo de coche hace que las suspensiones sean cómodas, con un recorrido amplio del que el coche hace uso para matizar los problemas de la vía. El resultado es un coche de clara tendencia urbanita o pensado para largos desplazamientos por carretera.
En cuanto a los consumos, hicimos varios tramos de autopista de unos veinte kilómetros en los que la media obtenida fue de 8,5 litros de gas.
Su diseño exterior es agradable y acorde con los tiempos, pero sobre todo busca ser atemporal, no envejecer mal por ser radical, llamativo, o por el contrario, excesivamente soso y anodino. Es algo importante en un coche familiar que supuestamente debe cumplir los compromisos de una compra pensada para durar. Y hablando de durar es un coche sencillo, pero que en seguridad aporta elementos importantes como cuatro airbag frontales, ABS y ESC de última generación Bosch, aviso de control de la presión de los neumáticos, sensores de aparcamiento (versión más alta), cámara trasera...
En el interior destacan los mandos para la climatización manuales, el volante multifunción, el control de crucero o las luces automáticas, además de una tapicería en eco-cuero que va pespunteada en rojo y que resulta muy agradable. En general los materiales, pero sobre todo su ensamblaje y factura son muy correctos. Y en cuanto a infoentretenimiento y conectividad, cuenta con una pantalla de 7 pulgadas que tiene conectividad MirrorLink para usar con nuestro móvil y que aporta las funciones básicas, como navegación, además de ir emparejada con cámara de visión trasera de serie en todas las versiones (en la más alta aporta también sensores de aparcamiento delanteros y traseros).
El DSFK 500 es el coche con cambio automático más asequible del mercado. Tiene dos versiones, Luxury, que es la más sencilla e Intelligent que aporta cosas como el techo solar de serie, la ayuda al arranque en pendiente, el freno de mano automático, los sensores de lluvia o la antena de aleta de tiburón. La más asequible sólo a gasolina parte de 20.995 euros con descuentos de campaña y lanzamiento ya aplicados, precio que puede pasar a ser de 18.495 € si se financia. La versión probada que es la bifuel sube ligeramente hasta los 23.219 € o 20.719 € con financiación. La Intelligent son 22.995 € o 20.495 € y la Intelligent bifuel o ECO 25.219 € o 22.719. En resumen es un coche asequible en un mercado en el que los precios están disparados, aunque también es un coche sencillo y eso también hay que valorarlo.
¿Qué fiabilidad tiene? DSFK es la marca número 12 del mundo, que vende más de cuatro millones de unidades al año. Además, es accionista de Stellantis, fabrica camiones con Volvo y es socio de Renault-Nissan en la construcción de vehículos eléctricos, además de productor exclusivo de Peugeot, Citroën, Nissan, Kia y Honda para el mercado chino. Es la marca china más antigua en nuestro país, donde lleva más de 10 años vendiendo vehículos industriales.
Pero además, el coche se ensambla en una de las fábricas más automatizadas del mundo y además han pasado por unos test en territorios de todo tipo haciendo 3 millones de kilómetros, lo que supondría unas 75 veces la vuelta a la Tierra. Por otro lado, la marca ofrece la posibilidad de pedir una ampliación de la garantía desde los 3 que trae de serie hasta 7 años por un coste añadido de 900 euros.
Por lo demás en un coche con un amplio sentido práctico, del que no conviene esperar sensaciones deportivas de ningún tipo. Sus virtudes se centran más en el precio, la confiabilidad, el espacio y el confort para viajar en familia sin agobios ni excesos.