El acelerón del euríbor en el último día de febrero, que cerró en el 3,72% y ha llevado la media del mes hasta el 3,53%, da malas señales para los hipotecados a tipo variable para los próximos meses. “Ese movimiento indica que el mes de marzo va a ser muy caliente. Siempre pensamos en el 4% como referencia, pero ahora creemos que esta previsión se puede quedar corta a no ser que veamos una primavera muy positiva en el tema de control de precios. Y de momento las cifras no indican esto”, señala Antonio Gallardo, responsable de estudios de la Asociación de Usuarios Financieros Asufin.
Esas cifras a las que se refiere el experto son las que han avanzado que la tasa general de inflación se incrementó dos décimas en febrero, hasta alcanzar el 6,1%, con un importante crecimiento mensual. Este aumento del IPC, que se produjo también en Francia o Portugal, puede llevar al Banco Central Europeo a mantener la actual política de subida de los tipos de interés por más tiempo, lo que implicaría nuevos incrementos del euríbor a lo largo del año.
“Pensábamos que el euríbor podría tocar el 4% en verano y que, quizá, a partir de septiembre se produjera una cierta distensión de los tipos. Pero con esta tendencia pensamos que se puede llegar en mayo a ese nivel y situarse en el 4,2% o 4,3% en el tercer trimestre. Sería bueno que eso fueran ya los topes y viéramos un fin de año a la baja respecto a los máximos, aunque supondría igualmente un alza en la revisión anual de los hipotecados a tipo variable”.
Mientras Asufin estima que el euríbor acabará el año en el 3,7% tras alcanzar máximos en verano, Bankinter prevé que lo haga en el 4%. Otros organismos apuestan por situarlo en niveles más moderados al final de este ejercicio: es el caso de Caixabank, que pronostica que se situará en el 3,44% y de Funcas, que prevé que marque el 3,5%.
De momento, la subida del euríbor a doce meses, indicador de referencia para la mayor parte de las hipotecas variables en España, ya implicará un aumento de la cuota en 196 euros mensuales por cada 100.000 euros de préstamo para quienes tengan que revisar con el dato de febrero, según los cálculos de Asufin. El año pasado el incremento en ese mes fue de 8 euros.
Así, en el caso de una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años, con un diferencial de 1%, el incremento será de 294 euros mensuales. Esto supone dedicar 3.528 euros más al año al pago del préstamo.
Por su parte, desde la web Kelisto.com estiman que los hipotecados que firmaron un préstamo el pasado año y que tengan que afrontar la revisión en el mes de marzo se enfrentarán a subidas que van de los 186 a los 562 euros, dependiendo del capital solicitado, lo que supone un incremento de las cuotas del 50%.
El imparable ascenso del euríbor, que acumula 14 meses al alza, y que ha registrado la subida más rápida desde que existe el euro, supondrá aumentos de las cuotas este año para todos los que tengan una hipoteca variable, que en muchos casos se sumarán a las registradas en 2022.
“A una persona que revisara una hipoteca media el pasado mes de mayo la cuota le subió 36 euros, pero si este abril el euríbor ha alcanzado el 3,80%, el aumento del próximo mayo será de 330 euros al mes. El alza del año pasado fue anecdótica para muchos consumidores, pero la que viene ahora va a ser muy importante. Quedan muchas familias que aún no han visto el impacto más duro de la subida de los tipos y van a empezar a sufrirlo en los próximos meses”, señala el experto de Asufín.
Además, prevén que con la previsión al alza de los tipos que tenemos sobre la mesa, se puedan ver subidas de “segunda ronda” o acumuladas que alcancen los 250 euros al mes por cada 100.000 euros.
Esto, en préstamos hipotecarios en grandes ciudades, de hasta 300.000 euros, supone que las cuotas se incrementarán en 750 euros al mes. “Los que tendrán una mayor carga acumulada son los que revisen entre julio y octubre”, avanza Gallardo.
Frente a la subida que implicará revisar una hipoteca a tipo variable, los expertos recomiendan tratar de cambiar a una a tipo fijo, pero ya advierten de que será necesario buscar muy bien para encontrar ofertas interesantes.
“La opción de cambiar durante un tiempo puede estar bien, pero las alternativas que están ofreciendo los bancos están ya por encima del 3% e incluso llegan al 4%. El cambio es posible, pero tocará negociar mucho y mirar al detalle todas las posibilidades para hallar los tipos que sean más competitivos. Por encima del 3% o 3,5% ya no es una hipoteca que vaya a ser beneficiosa en el medio plazo; y el problema es, también, que las hipotecas más baratas son las que exigen vinculación. Nos van a obligar a contratar bastantes más productos a cambio de mejores condiciones”, opinan desde Asufín.
Otras opciones que plantean los expertos pasan por cambiar a una hipoteca mixta, amortizar parte de la deuda para reducir cuota o negociar una carencia. También plantean a los hipotecados acogerse a algunas de las medidas incluidas en el código ampliado de buenas prácticas que el Gobierno acordó con la banca a finales del pasado año.
Una solución que, según el Ejecutivo, podría beneficiar a un millón de familias, pero que no habría recibido aún muchos solicitantes. La razón, valora Gallardo, es doble: “Hasta ahora había muchas familias a las que aún no había llegado el impacto de la subida de los tipos a las hipotecas por una cuestión temporal. Y aunque se puso una cifra muy grande de posibles beneficiados, para quienes tengan prestamos previos a la etapa de la burbuja y les queden pocos años para acabar de pagarlos, las subidas de los tipos tendrán consecuencias moderadas”
Aun así, estiman que las peticiones para beneficiarse de estas medidas de alivio para los hipotecados despegarán en los próximos meses. “A lo largo de la primavera y el verano veremos como una subida importante de las familias que solicitan acogerse a estas ayudas”.