A diferencia de los presidentes de los bancos, más cautelosos respecto al impuesto extraordinario cuando presentaron sus resultados, la mayoría de los máximos directicos del sector energético han dejado clara su posición: recurrirán a los tribunales este tributo. Las energéticas han ingresado ya en Hacienda 817 millones de euros, la mitad de lo que les correspondería este año. El pago coincidía con la publicación de sus cuentas: las cuatro principales empresas del sector --Iberdrola, Repsol, Endesa y Naturgy-- ganaron 12.800 millones de euros en 2022, un 41% más.
Mientras los ejecutivos calificaban de "discriminatorio y contrario a la ley" el gravamen, el Gobierno insistía en que en un contexto de "incremento desproporcionado" de precios de la electricidad, es necesario adoptar respuestas "equilibradas". La previsión es recaudar 1.500 millones de euros anuales del sector energético durante dos ejercicios.
El año pasado se marcaron precios récord de la electricidad. El coste medio del megavatio hora se incrementó en un 50% en el mercado mayorista. La gasolina y el diésel llegaron a superar los dos euros el litro en los surtidores. Para tratar de contener el impacto de esta escalada, el Gobierno aprobó rebajas de impuestos en la factura eléctrica -que siguen en vigor-- y una bonificación de 20 céntimos por litro de carburante --y que ya solo se aplica a sectores profesionales--. El gasto para las arcas públicas de estas dos medidas rondó los 8.500 millones de euros el año pasado.
A pesar de la subida de los precios, el sector energético mantiene que no existieron 'beneficios caídos del cielo'. Sin embargo, sus cuentas apuntan claramente a un ejercicio muy bueno. Endesa y Repsol mejoraron sus resultados en más de un 70%. Iberdrola y Naturgy no habían ganado nunca tanto dinero como en 2022. La buena marcha del negocio se traducirá en una mejora de la remuneración a sus accionistas: se ha propuesto un incremento medio del dividendo del 10%.
¿Qué historia cuentan los números que ha presentado en el sector?
Ha sido la única en admitir, en parte, que ha ganado más por la subida del precio del gas. En concreto, 500 millones de euros de ingresos extraordinarios por las ventas de este combustible en el mercado. También ha ganado otros 500 millones más por un mayor uso de sus centrales de ciclo combinado para generar electricidad.
José Bogas, consejero delegado de Endesa, negaba rotundamente beneficios caídos del cielo en la venta de electricidad precisamente "por las actuaciones del Gobierno". Actuaciones con las que estaba de acuerdo, decía. Se refería al mecanismo de la excepción ibérica, que ha supuesto en la práctica reducir lo que cobran las eléctricas por los kilovatios que producen sin utilizar el gas como combustible. Sin esa limitación, el beneficio de Endesa habría sido 6.000 millones de euros superior, algo "absolutamente ilógico", admitía Bogas.
Al igual que el resto, la compañía ha aprovechado la presentación de sus cuentas, 2.541 millones de beneficios un 77% más, para anunciar que había interpuesto un recurso contra el impuesto del Gobierno. "Es discriminatorio e injustificado". A Endesa le corresponden 200 millones este año.
La eléctrica consiguió sumar 900.000 de clientes al mercado libre con sus ofertas. Las cuentas dicen que el margen en esa venta de kilovatios mejoró un 31%. "Parte de este incremento se debe a la recuperación de situaciones anteriores que quizá no eran tan confortables", explicaban. Endesa ha propuesto una mejora del dividendo del 10%, por encima de la previsión inicial.
Nunca había ganado tanto dinero como en 2022, 4.339 millones de euros. Iberdrola consiguió este resultado gracias al crecimiento de otros mercados que compensaron “la caída de beneficio del 19% en España”. Es la única que ha resaltado esta mala marcha de su resultado en nuestro país. ¿Qué pasó? Decía el presidente de un banco que "la contabilidad era como un chicle". Este es uno de los motivos por los que el Ejecutivo diseñó el impuesto extraordinario sobre los ingresos y no sobre los beneficios --con más margen para ejercer esa flexibilidad de la contabilidad--. En el caso de Iberdrola, el efecto extraordinario de unas sentencias judiciales podría explicar esa caída contabilizada del beneficio en España.
El presidente, Ignacio Sánchez Galán, dio su propia explicación: "los elevados costes de la crisis del gas, cuyos precios no hemos trasladado a los clientes, así como el bajo recurso hídrico y las intervenciones regulatorias” explican el menor resultado en nuestro país.
Sin embargo, el margen del negocio se disparó. La venta de electricidad a sus clientes nacionales, el 87% está en mercado libre – y por lo tanto con precios fijados por la propia compañía--, dejó un incremento del margen del 20%. Es decir, la diferencia entre la energía vendida y lo que ha costado producirla/comprarla, mejoró en 900 millones de euros respecto a 2021.
A pesar de esos menores beneficios declarados en su principal mercado -- en España se genera cerca del 60% de las ventas de electricidad--, Iberdrola ha planteado subir un 6% el dividendo al accionista.
El año que más caro pagamos el gas, fue el año en el que este combustible se convirtió en la principal fuente de energía del mercado eléctrico español (algo que no ocurría en trece años). La guerra disparó su coste y la sequía, la ola de calor y el mecanismo ibérico propiciaron un mayor uso del gas para generar kilovatios. Naturgy es la que cuenta con más plantas de ciclo combinado y éstas funcionaron muchas más horas en 2022. Las ventas de la empresa --gas y electricidad-- aumentaron más de un 50% por los elevados precios.
Como resultado de esta coyuntura, Naturgy registró su mayor beneficio hasta la fecha: 1.649 millones de euros. Según sus cálculos, le corresponden 300 millones del impuesto extraordinario. La compañía destacó su papel a la hora de garantizar la seguridad de suministro de gas en nuestro país en un año con "una veintena de nuevas regulaciones" en el mercado nacional.
Francisco Reynés, presidente de Naturgy, fue el único que no aclaró qué posición adoptaría la empresa respecto al impuesto. "La decisión de recurrir o no es algo que se reserva el Consejo de Administración". El dividendo total recibido por los accionistas será de 1,2 euros por título, la misma cantidad que en 2021.
No fue un récord, pero está cerca. Repsol ganó 4.251 millones de euros en 2022, un 70% más. La subida del precio del crudo y de los combustibles dispararon sus ganancias. No se detalla el beneficio por países, sino por actividades. Y de lejos, la que más subió fue la del refino: pasó de un resultado de 606 millones a 3.150 millones de euros, cinco veces más. Superó incluso al resultado de exploración y producción de crudo. Las buenas cifras permiten a la empresa proponer una mejora del 11% del dividendo a sus accionistas.
La petrolera asegura que ha destinado 500 millones de euros a los descuentos aplicados a carburantes y anunció que recurrirá el impuesto extraordinario porque considera que no es compatible ni con la Constitución ni con la normativa europea. A Repsol le corresponden 450 millones.
"Estamos encantados de contribuir a la sociedad a través de los impuestos que pagamos, pero esta tasa es discriminatoria y desincentivará el negocio”, declaró el presidente Josu Jon Imaz el pasado 17 de febrero. Ese mismo día la Audiencia Nacional desestimaba las medidas cautelares solicitadas por la petrolera para paralizar el pago de la mitad del tributo correspondiente a este año.