2023 apunta a ser un año de cambio para muchos mecanismos económicos en España como las pensiones o el paro. Las últimas reformas del Gobierno de Pedro Sánchez en materia de pensiones y prestaciones entraron en vigor el 1 de enero. Y esto se notará desde ya en las prestaciones contributivas por desempleo. Y es que los trabajadores que no tienen trabajo y cobran el paro notarán un cambio importante en la prestación: el indicador para calcular las prestaciones y los subsidios por desempleo sube un 3,6% hasta los 600 euros. Esto significa, a la práctica, que subirán también las cuantías mínimas y máximas.  

Hasta 300.000 personas en paro recibirán 100 euros más al mes de prestación por desempleo a partir de enero de 2023. Así lo anunció el Gobierno de España a principios del pasado mes de octubre, durante la presentación de los nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE), de la mano de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. La explicación es muy sencilla. El Ejecutivo de Pedro Sánchez sube la base reguladora al 60% a partir del séptimo mes como beneficiario de esta prestación contributiva gestionada hoy en día por el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE). 

Así las cosas, una de las partidas que ha aumentado su cuantía es la de la prestación contributiva a la que tienen derecho todos los parados que cumplan los requisitos exigidos por el SEPE, tales como haber trabajado y cotizado a desempleo al menos 360 días, dentro de los últimos seis años, no estar en edad de jubilación o no cobrar una pensión que sea incompatible, entre otros. En este sentido, desde el pasado 1 de enero, la base reguladora del paro ha aumentado del 50% al 60%. Por hacer un breve inciso: la base reguladora sirve para calcular el importe de dicha prestación, tal y como explica el propio SEPE.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez sube la base reguladora al 60% a partir del séptimo mes como beneficiario de esta prestación contributiva gestionada hoy en día por el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE). Por lo tanto, los trabajadores con peores salarios y que hayan acumulado menores cotizaciones a la Seguridad Social, serán los más beneficiados por esta nueva medida. Durante los seis primeros meses, la base reguladora queda fijada como hasta ahora, es decir, en un 70%, mientras que a partir del día 181, se pasará a cobrar el 60% de dicha base -para calcular la base reguladora no se tienen en cuenta ni las horas extraordinarias, ni cualquier otro ingreso extra en la nómina-.

Con la llegada de 2023, también ha entrado en vigor la segunda subida más grande de la historia del IPREM, que es el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, cuya cuantía sirve para fijar las prestaciones del paro, del subsidio por desempleo, el subsidio para mayores de 52 años o ciertos límites de ingresos para acceder a otras ayudas y/o beneficios sociales, como por ejemplo el bono social eléctrico.

Este año la subida del IPREM es de 3,6%, lo que en dinero contante y sonante se traduce en 20,98 euros más. En total: 600 euros mensuales. Siguiendo este incremento, los importes mínimos y máximos del paro también han aumentado de la siguiente forma:

Es importante resaltar que el tiempo mínimo que concede el SEPE para recibir la prestación por desempleo es de cuatro meses y solo es válido para aquellos trabajadores que hayan cotizado entre 360 y 539 días. Asimismo, ningún desocupado puede cobrar el paro durante más de dos años seguidos. Se trata de la tercera subida anual consecutiva de este baremo, que también se utiliza como valor de referencia para la concesión de diferentes ayudas públicas.