Ciudades contra el patinete: París quiere vetarlos, Sevilla y Madrid los limitan y prohibidos en el transporte público en toda Cataluña
Los parisinos decidirán si permiten o no el alquiler de monopatines en sus calles mediante referéndum vinculante en abril
Sevilla impide llevarlos en el metro en horas punta y Madrid limita el número de empresas y unidades en las calles
Londres ya los vetó por los incendios en sus transportes públicos en 2021 y Nueva York está haciendo un estudio de riesgos
El patinete se ha encontrado con su enemigo más inesperado: la ciudad. El enamoramiento inicial ciudadano-monopatín eléctrico está pasando a la historia a marchas forzadas, amenazando con dejarlo en moda pasajera, casi al nivel de juguete.
Era joven, individual, fresco, divertido, verde... y barato. Pero se enfrentó al peatón provocando sustos y accidentes, invadiendo las aceras con “parkings” y molestas unidades tiradas por cualquier lado. Y para colmo, los incendios en lugares cerrados.
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Hemos publicado cómo alcaldes como el vallisoletano Óscar Puente no están dispuestos a abrirles sus puertas. Pero la próxima puede ser una primavera negra para el patinete en Europa. Sobre todo porque París puede vetar los patinetes de alquiler a partir del 2 de abril próximo.
La propuesta ha partido de su propia alcaldesa, Anne Hidalgo, bien conocida por ser la promotora del concepto de la ciudad de los 15 minutos ideada en 2016 por Carlos Moreno, profesor de la Sorbona de París y uno de los principales asesores de la regidora de ascendencia española. Hidalgo ha hecho público que el próximo 2 de abril los habitantes de la Ciudad de la Luz podrán participar en un referéndum en el que votarán “sí o no” a los patinetes eléctricos de alquiler en su ciudad.
En París ya circulan más de 15.000 de estos monopatines, con un efecto que se ha visto reflejado en las cifras de accidentes. En 2021, hubo 247 incidentes, que incluyeron un fallecimiento, casi todos ellos atribuidos a un mal uso. En los nueve primeros meses de 2022, la cantidad se incrementó hasta los 337 accidentes en la capital francesa.
A pesar de esta evidencia basada en datos del propio consistorio, Hidalgo es consciente de que se trata de un “tema muy polémico”. Por ello quiere elevar a consulta pública el tema y ha manifestado que respetará el resultado de dicho referéndum que reflejará la opinión ciudadana.
Además, según afirma Hidalgo, diversos estudios concluyen que el patinete se usa muchas veces en sustitución de una caminata, con lo que realmente no cumplen una función de reducir el uso de otros medios de transporte, ni ninguna meta ecológica de disminución de emisiones.
Cataluña, veto en el transporte
Pero Cataluña de momento se le ha adelantado. El detonante de la decisión fue la autocombustión de un patinete el pasado 17 de noviembre en un tren mientras circulaba entre las estaciones de Sant Boi y Molí Nou. El patinete comenzó a arder dejando incluso a cinco heridos leves, cuatro de ellos con quemaduras y episodios de inhalación de humos tóxicos. Debido a ello la ATM (Autoritat del Transport Metropolità) aprobó la prohibición temporal del acceso de vehículos de movilidad eléctricos a los trenes y autobuses, así como a sus estaciones en toda Cataluña. Este veto durará un máximo de seis meses a partir del 1 de febrero, periodo que se otorga para elaborar una propuesta de regulación permanente para estos vehículos de movilidad personal eléctricos.
Según un estudio de la Fundación Mapfre y Cesvimap, hasta septiembre pasado se tuvo noticia de 17 incidentes con incendio o explosión de baterías de patinetes en nuestro país.
Londres fue la primera
La capital del Reino Unido fue la primera ciudad europea en prohibir el acceso de los Vehículos de Movilidad Personal eléctricos a su red de transporte público. Y hace ya más de un año, pues desde el 13 de diciembre de 2021 “Transport for London”, la autoridad de transportes de la urbe vetó su uso en autobuses, metro, trenes, tranvías y en sus respectivas estaciones. El veto londinense incluye a aquellos que se pueden doblar y transportar recogidos y además lo hace bajo multas de hasta 1.000 libras (unos 1.135 euros).
La decisión se tomó después de una serie de “fuegos intensos con considerable humareda y daños” causados en las instalaciones. Además, según los rectores británicos “no hay ninguna seguridad en esos espacios cerrados y tanto los usuarios como los trabajadores deben ser protegidos de posibles riesgos”. Los bomberos londinenses atendieron más de 50 salidas debidas a incendios en patinetes en 2021, duplicando las efectuadas en 2020.
Nueva York, estudio de riesgos
En Nueva York, una ciudad más pequeña (1.214 km frente a 1.572 km de la capital de Reino Unido) pero también densamente poblada, el Departamento de Bomberos de la ciudad contabilizó 200 fuegos de baterías en bicis y patinetes eléctricos en 2022, solo hasta noviembre. Por ello la autoridad de transporte de Nueva York (MTA) también está realizando un estudio de riesgos. Los neoyorquinos están considerando establecer la obligatoriedad de un permiso especial para aquellos usuarios que necesiten trasladarse en el metro con cualquier vehículo eléctrico. De esto modo, se adoptaría un filtro y un control sobre los VMP.
Sevilla, con restricciones
De vuelta a España, la última ciudad en tomar medidas de control de estos dispositivos de movilidad ha sido la capital andaluza. Arguyendo su excesiva proliferación, en Sevilla los monopatines eléctricos tienen prohibido el acceso al metro en las horas punta (de 7:30 a 9:30, de 13:30 a 15:30 y de 18:30 a 20:30 horas) también desde el pasado miércoles 1 de febrero. Los festivos y fines de semana sí se podrá acceder con ellos, al igual que durante los meses de verano julio y agosto.
En Madrid, solo 6.000
Madrid también está dando pasos para organizar su uso. Por ejemplo, a partir de mayo se reducirán a tres las empresas de alquiler de patinetes, con un número máximo de unidades disponibles que se reduce un 40% desde los 10.000 actuales a los 6.000 fijados por la nueva normativa.
¿Por qué estas restricciones? Por varias razones, pero en principio por un principio de uso de las aceras para los peatones y no para que sirvan de aparcamiento de patinetes. En Madrid se practican 239 denuncias al día por estacionamiento indebido solo en las zonas SER de estacionamiento regulado.
Ahorro en horas
Los vehículos eléctricos de movilidad personal (VMP) han ido calando en nuestra rutina hasta formar parte del paisaje de muchas ciudades. Han sido especialmente bien aceptados en España debido a la mentalidad abierta de nuestra sociedad, tal y como nos explicó hace poco el director de TIER, una de las grandes alquiladoras en España.
Incluso ya para muchos ciudadanos es una forma de transporte casi esencial, sobre todo ahora que se acaban de establecer las Zonas de Bajas Emisiones con sus restricciones al tráfico de los coches más antiguos.
Su mal uso por parte de algunos clientes ha provocado cierto rechazo en la sociedad. Pero es innegable que aportan aspectos positivos a la movilidad urbana. El Instituto de Tecnología de Georgia realizó un estudio acerca del uso de los patinetes en la ciudad de Atlanta. Su conclusión fue relevante: los patinetes reducen un mínimo del 10% de los tiempos de traslado. En momentos de tráfico denso, como por ejemplo citas deportivas, el estudio hecho en noviembre pasado constató que el “gasto” de tiempo crecía hasta un 37% si sus usuarios dejaban de usar el patinete.
Los académicos cifraron en 784.000 el gasto total de horas en atascos que eso suponía para los ciudadanos de la urbe. Finalmente, también realizaron una proyección del impacto económico que tendría vetarlos, y que estimaron en 536 millones de dólares anuales para el conjunto de los Estados Unidos (unos 490 millones de euros). En esa valoración solo incluyeron los costes directos generados por el transporte, sin incluir otros aleatorios como el coste en emisiones de CO2 o las ventas no realizadas, por ejemplo. Unos datos que quizás los parisinos deberían conocer.
Posibles soluciones
Está claro que todo esto va a generar malestar entre los usuarios habituales de este medio de transporte. Por eso los operadores han ofrecido medidas en Francia para solventar las posibles críticas a su actividad. Entre esas soluciones han aportado ideas como la exclusión de los usuarios infractores de la posibilidad de utilizar su servicio, la prohibición de alquiler a los menores, la matriculación de los vehículos, la incorporación de sistemas de detección de tráfico en las aceras o la realización de campañas de educación a los usuarios.
En España se han aportado también ideas por parte de los usuarios. Entre ellas quizá la más interesante sería la de agrupar todos los VMP en un único vagón, aunque también apuestan por la formación vial, la necesidad de un seguro y la obligatoriedad de pasar revisiones de su estado al más puro estilo de las ITV de otros vehículos a motor.