Cada vez son más escasos los mercados de barrio, un lugar de encuentro en mitad de la vorágine de las grandes ciudades.
En Madrid, en el céntrico y costoso barrio de Salamanca, un pequeño grupo de socios del Mercado de Torrijjos se resiste a tirar la toalla, frente al acoso que dicen sufrir, de un fondo de inversión que se ha hecho con la mayoría de las acciones de su empresa.
El Mercado de Torrijos abrió sus puertas en 1932, así que los comerciantes actuales han heredado la tradición familiar. Muchos comenzaron a ayudar a su familia siendo aún niños, por eso el Mercado es como su casa.
Así lo sienten y de ahí su capacidad de resistencia. De los 44 socios que constituyeron la sociedad Torrijos siglo XXI S.L, doce han decidido no vender al grupo inversor Numulae, que se ha hecho con la mayoría de la empresa de manera irregular, según aseguran los comerciantes, ya que no se permitió el derecho de compra preferente a uno de los socios que igualó la oferta de Numulae.
El caso está en los juzgados y es posible que termine en el Tribunal Supremo, así que el proceso va a ser largo.
Llevan ya más de dos años y medio aguantando lo que definen como un acoso comercial, económico y emocional del grupo inversor. Pero aseguran que resistirán hasta el final, que confían sea una sentencia firme favorable para que el socio pueda comprar al resto y reactivar un mercado de barrio que sigue abierto gracias también a la fidelidad de los clientes.
Aseguran que el dinero no es lo importante y resaltan que Numulae ha pagado unos 5,5 millones de euros, una cantidad, dicen, irrisoria porque el mercado tiene más de 12.000 metros cuadrados y 125 plazas de aparcamiento, en pleno barrio de Salamanca, uno de los más caros de Madrid.