Los beneficios de las empresas han crecido siete veces más que los salarios este año. Así lo apunta la Central de Balances del Banco de España en el informe publicado este jueves que recoge los datos de cierre del año pasado y también la evolución de los tres primeros trimestres de 2022. El documento se ha centrado en las grandes compañías, alrededor de 900, una muestra más reducida que en los anteriores informes.
El beneficio neto de las empresas no financieras que operan en nuestro país, destaca el informe, se incrementó un 94,7% entre enero y septiembre de 2022, lo que supone casi el doble que en el mismo período del año pasado. Detrás de estos números estaría la recuperación económica, que fue "muy heterogénea por sectores" y que se desaceleró en el tercer trimestre de forma notoria.
Desde la entidad destacan que estas empresas no trasladan el impacto total de la inflación a los precios que pagan sus clientes, recoge 'EFE'. La mayoría de las compañías opera por debajo de niveles previos a la pandemia del coronavirus, sus márgenes sobre ventas logrados hasta septiembre disminuyeron ligeramente en comparación interanual. Las que registraron una evolución "más desfavorable" de sus márgenes sobre ventas fueron las que partían de los más elevados, es decir, las de sectores intensivos como energía, petróleo o exportación.
La facturación de estas empresas hasta septiembre creció por lo general un 48,7% interanual, el mayor incremento de la serie trimestral, en reflejo del incremento de los precios y a pesar de que no recogen por completo el impacto de la inflación, que cerró septiembre en el 8,9% interanual. La evolución de los consumos intermedios, que aumentaron a una tasa incluso más elevada durante el mismo período (un 54,3%), "en un contexto de fuerte subida de los costes de la energía y de otras materias primas", presentan la misma dinámica, según el informe.
El Valor Añadido Bruto (VAB), que mide el valor que aporta a la economía un sector en concreto, se incrementó un 21,1% hasta septiembre, el aumento más elevado de toda la serie trimestral, frente al 12% que creció en 2021. Por sectores, los mayores incrementos del VAB se registraron en el sector industrial (32,6%), condicionado por el avance en el subsector refino, vinculado al fuerte aumento del precio del crudo, que estas empresas sí han trasladado a sus precios de venta. En cuanto al sector del comercio y hostelería, el VAB se elevó un 25,1%, muy apoyado en la reapertura de la economía tras la pandemia.
En cuanto al resto de las actividades, el incremento fue del 24,2%, impulsado por las empresas de transporte, mientras que los sectores de energía y de información y comunicaciones, el aumento fue más moderado, del 16,2% y del 2,6%, respectivamente. A pesar del notable avance del VAB en 2022, los datos referidos exclusivamente al tercer trimestre muestran una pérdida de dinamismo con respecto al trimestre anterior, lo que resulta "consistente con la fuerte desaceleración de la actividad económica que se recoge en la estimación preliminar del PIB del mismo período".
La proporción de compañías en las que el peso de la deuda neta en el balance fue superior al 75% se redujo en 0,7 puntos básicos en 2021, mientras que la de empresas cuya ratio de deuda en relación con sus resultados corrientes era superior a 10 o tenían beneficios ordinarios negativos cayó en 3,4 puntos. El descenso en el grado de vulnerabilidad que evidencian estos indicadores fue algo más intenso en las pequeñas y medianas empresas (pymes), especialmente en las que se dedican a los sectores más afectados por la crisis.
Los gastos de personal aumentaron un 6,9% entre enero y septiembre en términos interanuales, evolución que se vio impulsada tanto por el incremento de las plantillas medias, del 3,6%, como por las remuneraciones, que subieron un 3,2%.
El crecimiento del empleo se registró exclusivamente en el colectivo de trabajadores fijos, que aumentó un 6,4%, en tanto que el personal temporal se redujo un 13,4%, debido tanto a los ajustes de plantilla realizados como al impacto asociado a la reforma laboral, que habría provocado un traspaso hacia el empleo fijo de trabajadores que tenían contratos temporales.