Las vacas flacas han llegado a Silicon Valley. Despidos masivos, caídas en bolsa y perspectivas a la baja sugieren un cambio de ciclo, tras una década de prosperidad sin precedentes.
En los últimos siete días, grandes empresas tecnológicas han recortado 20.000 empleos. En lo que llevamos de año, 120.000 trabajadores han tenido que dejar sus puestos en ese sector.
Desde Twitter, hasta Meta -la matriz de Facebook, Instagram o WhatsApp-, pasando por la plataforma de pago Stripe, la empresa de servicios de software Salesforce o la empresa de transporte privado Lyft, la sombra del fin de una época se cierne en el sector, que aportó en 2020 el 10,2% del Producto Interior Bruto de Estados Unidos, según el Departamento de Comercio de EE. UU.
"La burbuja ha estallado", dijo un directivo de Meta al anunciarse los nuevos despidos, en una declaración que recoge Financial Times (FT). En Facebook, el 'metaverso' virtual de Mark Zuckerberg ha colisionado estrepitosamente con el mundo real.
En el tercer trimestre de 2022, sus beneficios cayeron un 52% y sus ventas se situaron en el 4%, un punto menos de lo previsto.
Si Elon Musk ya ha despedido a 7.500 trabajadores de Twitter Global, Zuckerberg ha prescindido del 13% de su plantilla: 11.000 empleados, a la calle en su primer gran hachazo laboral en 18 años de historia.
Ni siquiera las criptomonedas mantienen su brillo tras la bancarrota anunciada por la plataforma FTX este viernes.
Pesos pesados como Google, Amazon, Apple o Alphabet por ahora no han sacado la guadaña, pero congelan o ralentizan las contrataciones.
Como señala FT, el talento que ahora expulsan las grandes tecnológicas debe ser reabsorbido en un proceso que ya se denomina la 'Gran Rotación'.
Aquellos que por ahora mantengan sus puestos de trabajo es muy probable que vean cómo sus condiciones laborales y retribuciones -hasta ahora privilegiadas- perderán cierto lustre.
Ha ocurrido algo impensable hace apenas unos meses: ingenieros despedidos de las Big Tech buscando empleo, tras una década marcando el paso y dejándose querer por el mejor postor.
Hasta ahora, para los ingenieros de nivel de entrada no era inusual recibir en Estados Unidos ofertas de 200.000 dólares al año. A ello, se añadía un bono de firma de las grandes empresas tecnológicas y beneficios como comidas gratuitas, masajes, paseadores de perros y lavandería, además de días de vacaciones casi a la carta.
A pesar de todo, el sector tecnológico en EE.UU ha creado este año 194.000 nuevos puestos de trabajo y todavía emplea a más gente que en 2019, según los datos del Gobierno Federal. Las solicitudes de empleo para trabajadores del sector ascendían en septiembre hasta los 317.000.
Las bajas tasas de interés durante la última década han permitido a los inversores de riesgo ganar dinero fácil y derivarlo a nuevas empresas, incluso si sus fundadores carecían de planes sólidos para hacerlas rentables.
Durante la pandemia, esa dinámica se aceleró porque, entre otras cosas, el uso de la tecnología alcanzó cotas nunca vistas, gracias entre a los confinamientos, el teletrabajo o al alto consumo de plataformas audiovisuales o de ocio digital. Y a las compras 'on line', que se dispararon gracias al Covid 19, pero ahora decaen, a medida que los consumidores vuelven a mirar escaparates o simplemente han apostado por la austeridad.
Muchos analistas mencionan que en plena pandemia, muchas grandes compañías pecaron al sobrecontratar personal confiando en unas previsiones que no se han cumplido.
Los líderes de Facebook y Shopify, que fabrica herramientas para que los comerciantes vendan en línea, señalan como gran culpable al comercio electrónico. “Obviamente, esto no resultó de la manera que esperaba o que ninguno de nosotros esperábamos”, dijo Mark Zuckerberg a los empleados durante una llamada el miércoles, según una grabación compartida con The Washington Post.
Pero ahora, la Reserva Federal ha aumentado los tipos de interés hasta su cota más alta desde 2008 para combatir la inflación. Con este escenario, los inversores están siendo más cautelosos, lo que obliga a las empresas a centrarse más en la rentabilidad que en el crecimiento. Los gigantes tecnológicos están haciendo lo mismo, ya que los precios más altos reducen sus ingresos, obligándolos a reducir costos.
Los precios de las acciones de Facebook y Amazon cayeron más del 20 por ciento. En el caso de Amazon, las expectativas para la campaña navideña están por debajo de lo que esperaban los analistas.
En cualquier caso, una visión optimista de la situación sugiere que estamos ante una corrección del mercado más que una vuelta al estallido de las 'punto com' de principios de siglo.