El uso de la palabra “vegano” se está extendiendo a algunos de los materiales usados en el interior de nuestros vehículos. Para muchos esa palabra es y refuerza las tendencias ecológicas o animalistas. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que como casi siempre, siempre hay quien puede querer confundirnos y sacar provecho.
Lo primero que hay que decir es que algo vegano es aquello que no tiene origen animal. Pero esto no quiere decir que sea ecológico. Hay ciertos elementos de los interiores de los vehículos -volante, salpicadero, reposabrazos, paneles de puertas, palanca de cambios (si procede)...- que se recubren con superficies plásticas que solemos llamar símil piel. Pero ¿si estamos tratando de reducir los plásticos, no deberíamos también evitar estos materiales basados en la química y el procesamiento del petróleo?.
Muchas de estas pieles sintéticas están realizadas en su gran mayoría con fibras acrílicas y materiales plásticos como el isocianato de poliuretano o el cloruro de polivinilo. Estudios publicados demuestran que estos compuestos pueden comprometer la salud humana y del planeta. Si se inhalan provocan náuseas,vómitos y fuertes mareos, pueden provocar ataques de asma e incluso afectar la epidermis y sus dioxinas y monómeros contienen tóxicos cancerígenos.
Por otro lado, también hay una falsa creencia de que se matan animales ex profeso para el aprovechamiento de su piel. En realidad y en un elevadísimo porcentaje, las pieles que se usan en la industria del automóvil son un subproducto de la industria cárnica vacuna o bovina. Es decir, posiblemente si no se usasen de alguna manera terminarían generando un grave problema de residuos. Y aunque sí hay un número muy limitado de animales que son criados por la elevada calidad de su piel en lugares especiales y con cuidados máximos -por ejemplo vallas sin filos para evitar daños en la piel-, sin embargo, su carne también es aprovechada en la industria cárnica.
Entonces, la reflexión básica es ¿cuál de las dos materias primas es más contaminante?. Por un lado, el cuero es una materia prima natural obtenida de piensos, agua, vegetales. Ese consumo puede ser problemático, por ejemplo en el caso del agua también en su tratamiento posterior. Por otro lado, es conocida la contaminación por metano procedente de las flatulencias de los animales. De hecho, se estima que la ganadería es responsable de aproximadamente el 14 % de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. Sin embargo, mientras sigamos comiendo su carne, y por tanto se mantenga la crianza, eso son problemas que no están directamente relacionados con sus aplicaciones en el automóvil, los zapatos o los bolsos, que lo usan como subproducto. Es decir, que al contrario, están contribuyendo a diluir los efectos negativos de esas emisiones al evitar la necesidad de generar otras materias y otras emisiones añadidas. Otros productos derivados de la ganadería -como los excrementos- se están integrando en procesos cada vez más ecológicos, como su uso en la producción de gas biometano.
En cuanto a las polipieles, que son básicamente plásticas, requieren un elevado gasto energético (y también agua) y están fabricadas artificialmente a base de productos químicos altamente contaminantes y poco biodegradables. No hay una estimación directa de las emisiones relacionadas con su producción, pero evidentemente deben de ser muchas.
Sin embargo, pesan menos, lo que es positivo para los consumos y por tanto las emisiones de un elevado número de vehículos. Lo ideal sería que su integración en la cadena de reciclaje y economía circular fuera infinita, pero al final su degradación hace que tengan un cierto número de “vidas”. Peor aún, ese reciclaje es costoso e intensivo en consumo de energía y por tanto contaminante.
Como en tantas otras ocasiones, medir de una manera fiable cuál de las dos opciones es menos contaminante es prácticamente imposible. Quizá si lo pensamos en términos de sostenibilidad global, la balanza parece decantarse por la piel. Podemos también valorar otras ventajas e inconvenientes.
Por estas razones y las expuestas más abajo, tenemos que ser conscientes de lo que compramos.
-Cuesta más: Su coste económico es más elevado que el de cualquier otro material.
-Es duradera: Se estropea mucho menos, lo que nos evitará tener que cambiar los tapizados y su coste medioambiental añadido.
-Estética superior: La piel es mucho más bella y elegante que cualquier otro tapizado. Aunque cada vez es más difícil distinguir algunas pieles sintéticas de las naturales, su calidad percibida es innegablemente mejor.
-Frescura: En verano la piel no guarda tanto el calor como las materias plásticas. Además, transpira mucho mejor, por lo que no resulta pegajosa ni tan desagradablemente húmeda debido al sudor que produce nuestra propia piel. También tiene una calidez más agradable y natural en invierno que el plástico.
-Sensorialmente agradable: La piel no es sólo bonita, sino que es suave y agradable al tacto y también huele de un modo peculiar y atractivo.
-Necesita mantenimiento: Se mancha más fácilmente y ciertas manchas tienden a permanecer, con lo que su mantenimiento es necesario si se quiere conservar a largo plazo.
-Aporta valor residual: Debido a su calidad, estética y precio también aporta un valor residual mucho mayor a la hora de la reventa del automóvil. Esto es destacable especialmente en los automóviles realmente premium, no en los simplemente caros.
-Curtida al vegetal: Ya no se usa el curtido químico, sino que se utilizan taninos vegetales. Los materiales de desecho son reutilizados como abono para la agricultura.
-No procede de animales: Esto puede ser decisivo, según las creencias personales, aunque también hay personas que por problemas de salud no pueden usar materiales artificiales.
-Vida útil de unos diez años: Varía, por supuesto, según la calidad, pero esa suele ser la vida media: ya que el plástico tiende a fisurarse debido al calor. En general es menos resistente.
-Más asequible: Abarata el producto final.
-Impermeable: Una característica que la hace más “sufrida” ante posibles manchas y también más sencilla de limpiar. El mantenimiento es mínimo.
-Menos agradable: Es más fría con bajas temperaturas y también más calurosa con el sol. No es comparable su apariencia estética, ni el tacto o el olor.
-Gran paleta de colores: Mientras la piel es teñida con mayor dificultad, la gama de colores aplicable a los textiles plásticos es casi infinita.
Al final, la solución es usar materiales naturales para los interiores. Por ejemplo, Volvo ofrecerá Nordico, un tejido fabricado a partir de materiales reciclados procedentes de botellas de plástico PET, corcho reciclado de la industria del vino y materiales bio atribuidos con origen en bosques sostenibles de Suecia y Finlandia. Mazda también ha pensado en el corcho natural para panelar partes del salpicadero de su eléctrico MX-30.
También el grupo BMW está usando Mirum, un material de base biológica de gran similitud a la piel natural y también Deserttex, basado en fibras de cactus pulverizadas y tratadas y mezcladas con un poliuretano biológico, que piensan aplicar a sus modelos de BMW y Mini a partir de 2023. En cuanto a Land Rover usa el tejido que denomina Eucalyptus Melange, un material hecho a base de fibras de eucalipto y poliéster, que es según la marca, más sostenible por el menor consumo de agua y materias primas usadas en su proceso de producción. Audi y Ford usan PET de botellas recicladas para fabricar alfombrillas desde hace tiempo y la marca de los aros también ha presentado una tapicería para su A3 que contiene hasta 45 botellas de plástico de litro y medio. Kia ya usa en algunos de coches el Bio-Poliuretano, con componentes bio añadidos como maíz, eucalipto. Los coreanos aseguran que con el Bio-Poliuretano se ofrece un material de alta calidad y se reducen las emisiones de CO2 y los productos químicos tóxicos.
Los estudios son variados, como el Oryzite de Seat que usa cáscara de arroz en la generación de piezas. También Kia analiza materiales basados en el micelio, que proviene de las raíces de los hongos, en colaboración con Mycell, una startup nacida en el seno del grupo. Otras empresas también aplican un material denominado Pinatex, que usa las hojas o agujas de los pinos.
Y si soy vegano ¿qué coches tienen la mayor cantidad de superficies veganas, es decir sin materiales que tengan procedencia de animales?. Según PETA, algunos de los modelos recientes más “veganos” son el Citroën C4, Kia EV6, Renault Megane E-Tech Electric y el Volvo C40 Recharge. No obstante, otros muchos fabricantes como por ejemplo Dacia, Opel, Peugeot, smart o Toyota también ofrecen opciones de este tipo de interiores de serie o bajo pedido.
En cualquier caso, tenemos que ser conscientes de que lo que compramos realmente se corresponda con aquello que de verdad se alinee con nuestras preferencias y no dejarnos llevar por el márketing. Máxime cuando el mercado de la piel sintética (incluyendo los de aviación y muchas otras como ropa, zapatos y muebles) alcanzará un valor de unos 70.000 millones de euros en 2030 según la consultora Straits Research [[[[https://straitsresearch.com/report/synthetic-leather-market]]]]. En su fabricación son dominantes las empresas chinas y japonesas.
Por último, un dato curioso. En una entrevista a la revista inglesa Autocar realizada a finales del año pasado, Torsten Müller-Ötvös, el director general de Rolls-Royce, el mayor símbolo del lujo en el mundo del automóvil, confirmó que la marca incluye en su catálogo de opciones el cuero vegano, pero sin embargo, ningún cliente lo había pedido hasta ese momento.