Uno de los principales requisitos a la hora de conseguir un préstamo es contar con un buen perfil financiero. Por norma general, los bancos y entidades bancarias solo conceden créditos a los usuarios que tengan un contrato de trabajo, un volumen de ingresos estables y un historial libre de deudas. Pero ¿qué ocurre con los autónomos?

Los trabajadores por cuenta propia tienen más problemas que los asalariados a la hora de conseguir financiación para realizar sus proyectos. Al carecer de una nómina y un contrato de trabajo, muchos bancos interpretan que su situación económica es más inestable que la de un asalariado, lo que aumenta el riesgo de que no devuelvan el dinero prestado dentro de los plazos de amortización previstos en el contrato. 

Aun así, hay entidades que sí aceptan solicitudes de crédito de los trabajadores autónomos, siempre y cuando puedan demostrar su solvencia. Desde el comparador de préstamos HelpMyCash, apuntan que para aumentar las probabilidades de conseguir un crédito siendo autónomo es recomendable no tener deudas pendientes y que el negocio en el que se desarrolla la actividad profesional lleve abierto varios años, ya que esto demostrará que el trabajador puede vivir de su actividad económica.

Además, es aconsejable que la facturación anual haya sido estable durante, al menos, los dos años previos a la solicitud del préstamo y que los ingresos que se perciban sean suficientes como para abonar las cuotas mensuales de los préstamos. 

En este sentido, desde el comparador recuerdan que las deudas pendientes con los bancos no deben suponer más de un 35% de las rentas percibidas, ya que de lo contrario se corre el riesgo de caer en posibles sobreendeudamientos. 

Los trabajadores por cuenta propia que cumplan con estos requisitos y puedan demostrar su solvencia podrán conseguir financiación, y en muchos casos con las mismas condiciones que los trabajadores asalariados. Eso sí: siempre y cuando sepan a quién pueden pedírsela. 

A la hora de solicitar los créditos, desde Helpmycash proponen tres vías: acudir a los bancos, a un establecimiento financiero de crédito o a una plataforma de financiación alternativa.

En el caso de los bancos, la mayoría de entidades sí conceden financiación a los autónomos que sean solventes, por lo que si estos usuarios pueden demostrar que se encuentran en una buena situación financiera, no tendrán inconvenientes para contratar el crédito que buscan. 

Este tipo de empresas se caracterizan por ofrecer unos tipos de interés bastante competitivos, aunque suelen aplicar comisiones y condicionar la concesión de estos créditos a la contratación de productos adicionales como los seguros. Aun así, en el mercado existen financieras online que no cobran gastos adicionales, por lo que es recomendable estudiar todas las opciones antes de firmar cualquier tipo de contrato.

Los establecimientos financieros de crédito, por su parte, son instituciones que cuentan con la autorización del Banco de España para ofrecer financiación. Estas compañías no suelen cobrar comisiones y no exigen contratar productos adicionales al crédito. Además, suelen ofrecer unos tipos de interés semejantes a los de los bancos tradicionales.

Las plataformas de financiación alternativa, por su parte, también permiten que los autónomos consiguen financiación. En este caso, los usuarios deben acceder a la web de estas plataformas y solicitar el crédito que necesitan. La plataforma, posteriormente, estudiará su caso y, de aprobar la solicitud, le entregará el dinero, que pertenece a inversores particulares.

Estas plataformas ofrecen un tipo de interés competitivo y no suelen exigir la contratación de productos adicionales para poder conseguir el préstamo. No obstante, sí suelen aplicar comisiones de apertura.