El número de vacas lecheras en Euskadi está descendiendo de forma vertiginosa por el elevado precio de los piensos, a lo que que se suman los costes energéticos que supone mantener las explotaciones con la escalada del precio de la electricidad y el gas. En una granja de Bilbao han tenido que sacrificar 30 vacas lecheras porque sus costes han subido mucho.
En marzo les costaba 39 céntimos producir un litro de leche, a día de hoy 57 céntimos. Solo en el País Vasco la cabaña de vacas frisonas ha caído un 25% en apenas un año, 6.000 cabezas de ganado sacrificados fundamentalmente por culpa de la sequía y de los altos precios de los piensos. Un mal que asola también la cabaña caprina. Juan Antonio ha sacrificado las cabras que producen menos y aun así no consigue pagar las facturas. "yo en un mes de leche puedo hacer 8 o 10.000 euros, ahora pagas 2.000 más el grano y es es que al final me falta dinero", confiesa. Piden ayudas urgentes para poder sobrevivir.
Miren ha tenido que sacrificar 30 vacas lecheras porque sus costes han subido mucho. En marzo le costaba 39 céntimos producir un litro de leche, a día de hoy 57 céntimos. "Ha subido el precio de la carne y por eso hemos tirado a matar animales porque es la única forma de pagar las cosas, no con el precio de la leche". No pueden mantener a las cabras y las están llevando a los mataderos porque no salen las cuentas. El sector porcino está sufriendo lo mismo.
“La ganaderos están empezando a sacrificar vacas porque en estos momentos se saca más dinero por la carne que por la leche”, señala Xabier Iraola, coordinador general del sindicato ENBA a Eldiario.es. “Cuando la vaca llega a un umbral en el que baja la producción de leche no es rentable tener que seguir alimentándola al precio que está el pienso”, dice.
Los precios de los piensos superan los 500 euros por tonelada. Cada vaca necesita una media de 12 kilos al día. Pero la vaca necesita más para su alimentación: 7 kilos de hierba, –que ha multiplicado por 1,5% su precio– 20 kg de maíz, –que no superaba los 60 euros por tonelada y ahora se paga a 120 euros– y 7 kilos de alfalfa –que se vende a 300 euros la tonelada y que antes estaba en los 210 euros.
La energía ha doblado su coste. El ganadero que antes pagaba 500 euros, ahora paga 1.000 euros o, incluso, 1.100 euros. El gasóleo ha pasado de costar 50 o 60 céntimos el litro a costar 1,40 euros el litro. Los productos plásticos, al igual que los fertilizantes y los herbicidas, que son utilizados, por ejemplo, para el maíz, también doblaron su precio. Todos estos incrementos se empezaron a dar desde hace 12 o 13 meses, no más", enumera Ramón Artime, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) al Periódico de España. La situación es insostenible.